En medio de un país violentado por los grupos criminales y que tiene desde la década de los sesenta 111 mil 192 personas desaparecidas y no localizadas, los colectivos de búsqueda han decidido alzar la voz y lanzarles una propuesta a los líderes de los cárteles de la droga. "Si ustedes nos ayudan a pacificar el país, prevenir y parar las desapariciones forzadas, yo y mis maestros en derecho los propondremos como candidatos a ganar el Premio Nobel de la Paz 2024", dijo en un comunicado Delia Quiroa, activista y portavoz del Colectivo Nacional de Víctimas Diez de Marzo.
Desde el pasado 28 de marzo, la también denominada abogada buscadora ha pedido a las principales cabezas del crimen organizado tener un diálogo para llegar a un acuerdo de paz aprobado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Entre las organizaciones que han sido llamadas se encuentran Jalisco Nueva Generación, Sinaloa, Del Golfo, Noreste, Zetas Vieja Escuela, Los Salazar, Tijuana, Ciudad Juárez, Beltrán Leyva y la Familia Michoacana o Caballeros Templarios.
Las cifras de Tamaulipas, de acuerdo con la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), arrojan que en el estado desde 1962 hasta septiembre de 2023, existen 13 mil 066 personas desaparecidas y no localizadas. Una demanda urgente para los próximos gobiernos, darles respuesta a las madres buscadoras que caminan por terracería y baldíos para localizar una pista que los lleve con sus seres queridos.
¿Pueden los narcotraficantes recibir el Premio Nobel?
En el mismo comunicado que difundió Quiroa, quien desde 2014 se encuentra en la búsqueda de su hermano Roberto, se explica que en el testamento de Alfred Nobel, personaje inspirado para dicho galardón, éste se le debe de entregar a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos alzados y la celebración y promoción de acuerdos de paz.
"Pueden ser organizaciones o personajes que cumplan estos requisitos, uno no puede nominarse así mismo", señaló la mujer
La abogada y portavoz de la Unión de Madres Buscadoras de Tamaulipas ha sentenciado que las administraciones de México han perdido la capacidad para gobernar, por lo que líderes del crimen se han dedicado "a poner orden en las comunidades" para evitar robos, violaciones, entre otros delitos.
Agregó que los cárteles no necesitan enfrentarse hasta la muerte o desaparecer gente inocente para lograr respeto. "Eso ya lo tienen, hasta miedo. Las personas en México jamás se meterán con ustedes, pero tenemos que trabajar para alcanzar la paz", agregó.
Roberto, el desaparecido que ha provocado la lucha de Delia
Fue un 10 de marzo de 2014 cuando Delia y su familia dejaron de saber sobre el paradero de Roberto Quiroa. Ella ha relatado a diversos medios que todo comenzó cuando el Cártel del Golfo comenzó a extorsionar el restaurante de su mamá María Isela Valdez en Tamaulipas.
Tuvieron que huir sin nada de sus pertenencias. En el primer secuestro de su hermano tuvieron que pagar 300 mil pesos de rescate, pero en el segundo ya jamás volvió. Pese a que sí volvieron a ver a la madre de ambos, quien fue abandonada sobre una carretera.
El camino de Delia ha sido largo, incluso se ha tenido que meter en casas de seguridad para hallar algún rastro de su hermano. Especulan que Roberto podría estar en una fosa clandestina en Reynosa o en terrenos baldíos al oriente de la ciudad, donde grupos criminales disuelven en ácido a las víctimas de desaparición.
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