La mayoría de las familias y comunidades afrodescendientes de Michoacán optan por negar su identidad, debido a las ideologías racistas y discriminatorias implantadas históricamente, por lo que ahora, el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas busca su reconocimiento y el respeto a sus derechos.
Celerino Felipe Cruz, titular de la oficina de representación en Michoacán del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, señaló que en la entidad, no existe como tal una comunidad afromichoacana organizada, sino familias dispersas que en su mayoría, viven en contextos rurales y costeros.
Expuso que la única comunidad que se reconoce como afrodescendiente, es El Ticuiz, ubicada en el municipio de Coahuayana.
“Es un ejido que ha crecido, se le dotó de tierras ejidales y son aproximadamente 3 mil 600 habitantes, entre ancianos, adultos y menores, es la única comunidad que no son familias, que está organizada y tiene sus propias autoridades civiles, agrarias y tradicionales, que promueven conocimientos médicos del pueblo afro mexicano, que promueven música y costumbres propias y cuenta con territorio”, explicó.
Esta comunidad, refiere Felipe Cruz, migró desde Guerrero, por lo que “habrá qué indagar esa identidad propia de esas familias afroamericanas, comenzar a investigar, escarbar, reivindicar y discutir esta diversidad cultural”, este análisis, será uno de los temas a abordar en el el Primer Foro Estatal sobre la Comunidad Afrodescendiente en Michoacán.
A dicho foro, a realizarse el 18 de agosto en Morelia, están convocadas familias afromexicanas establecidas en otros municipios como son: Lázaro Cárdenas, Aquila, Nocupétaro, Tacámbaro, Taretan, Huetamo, entre otros, con el objetivo de reconocer su identidad y sus derechos humanos.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en Michoacán viven cerca de 73 mil personas afrodescendientes.