ASESINOS SERIALES

"El estrangulador solitario", un asesino serial mexicano al que jamás pudieron atrapar

Actuó en el Centro de la Ciudad de México y suma un total de 15 víctimas desde 1969 y hasta 1970

NACIONAL

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Aunque testigos lograron verlo y describirlo, no se pudo dar con su paraderoCréditos: Cuartoscuro

En México han existido numerosos asesinos seriales que pasaron a la historia como los más sádicos por la forma en que abordaban, torturaban y asesinaba, e incluso por cómo se deshacían de sus víctimas. Libros, guiones, documentales y reportajes se han hecho de casi todos ellos.

Pero existe una persona de la que muy pocos han hablado, pero que hizo un gran daño conforme pasaban los días, y la policía no lograba dar con él. Se le apodó en aquel entonces el estrangulador solitario, y hasta el ía de hoy no ha sido capaz de enfrentar a la justicia por sus fechorías.

Sus víctimas tenían una sola característica en común, fueron ahorcadas. Crédito: Cuartoscuro

Así operaba el estrangulador solitario

Su historia comenzó a circular por el centro de la Ciudad de México, luego de que la policía reportara el hallazgo por lo menos 15 hombres de entre 20 y 75 años, quienes habían muerto estrangulados con diversos objetos; aunque no tenían nada en común, se pudo establecer que se trataba del modus operandi de un asesino serial.

La primera víctima fue ubicada el día 3 de octubre de 1969 en un hotel de la Ciudad de México, conocido entonces como el Capitol, y estaba edificado en la calle República de Uruguay número 12, en el corazón del Centro Histórico. Días más tarde, el 12 del mismo mes, fue hallado otra persona en el Hotel Plaza de Buenavista.

Ahí no pararon las investigaciones. La policía local continuó siguiendo pistas y dieron con más víctimas en el camino, como Óscar Barraza, a mediados de octubre; y el 25 del mes en cuestión, apareció también en un hotel, un sujeto que vivía como empleado de IBM. Todo los anteriores compartían el hecho de que fueron estrangulados con diversos objetos como un cinturón o una cuerda.

Un posible imitador fue mucho más violento que el original. Crédito: Cuartoscuro

Siguieron desfilando los asesinatos. Luis García fue hallado en un hotel, mientras que Gildardo Sauza fue golpeado muy cerca de ahí, en el hospital Princess. El arma homicida en ambos casos: un cinturón. No había duda para entonces de que se trataba de un hombre que lo planeaba todo con perfección, ejecutaba y huía.

Los lamentables hechos continuaron, aterrorizando a la capital mexicana. Otro hombre fue ahorcado en Tepito con una sábana; y en el Río de los Remedios, en el Estado de México, fue rescatado un cuerpo sin vida con las mismas características del estrangulamiento.

Se llegó el año 1970, y no hubo quien detuviera esta ola de asesinatos.  Máximo fue la primera víctima en un apartamento. Su muerte se debió a un cinturón. Zenaido Ponce Martinez, Luis Humberto Gaytán Rojo, y José Sánchez Velázquez y un hombre no identificado también fueron trasladados a la morgue por un estrangulamiento.

La mayoría de sus ataques los realizó en hoteles del Centro Histórico. Crédito: Cuartoscuro

Su última víctima, supuestamente al azar, fue el teniente coronel Benedicto Basilio Mena, quien tenía 75 años aproximadamente. Estaban en el Hotel York del Centro Histórico. Su método en esta ocasión fue una faja. Nunca se reveló porque la mayoría de sus asesinatos los realizó en hoteles y completamente a solas con las víctimas.

Medios locales argumentaron que podría tratarse de un hombre sexoservidor, quien tenía entre 25 y 28 años. Algunos testigos que lo vieron entrar a diversos hoteles lo describieron como alguien alto, moreno, de buen aspecto, limpio, nariz afilada. También se le llegó a ver en los lugares donde cometía sus asesinatos, manejando de un Ford Falcon que tampoco fue encontrado nunca.