Se cumple casi un año de que del asesinato de dos sacerdotes jesuitas y una persona dentro de una iglesia en el poblado de de Cerocahui en el municipio de Urique, Chihuahua. Ante esto, Javier "Pato" Ávila Aguirre, presidente de la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos comentó que tendrán una serie de eventos, el cual, se hará la conmemoración de los cuatro asesinados.
"Se hará la memoria a la manera Raramuri, lo que se conoce como Nutema", señaló.
Al respecto, explicó que esta es una ceremonia especial que ayuda al difunto a llegar a su destino final, lo que es el cielo para los católicos. En entrevista con Sergio Sarmiento y Guadalupe Juárez, el activista afirmó que se trata de una velación toda la noche, con sus bailes rituales. Al día siguiente, señaló, a la hora que caen los padres que fue como a las 3:00 de la tarde, se hará una ceremonia de eucaristía.
Agregó que se llevarán dos celebraciones que se tendrán en la entidad: la primera será un día antes de que suceda esta ceremonia antes mencionada; los pobladores no indígenas, planean hacer una caravana de vehículos, desde el lugar donde se encontraron los cuerpos, a la orilla de la carretera entre Creel y San Rafael en el kilómetro 39 hasta Cerocahui.
En punto de las 7:00 de la noche se tendrá una ceremonia de eucaristía en la Parroquia de los Jesuitas del Sagrado Corazón, y después de esto se tendrá una marcha silenciosa con velas en señal de paz hacia la ciudad capital.
Iglesia rafagueada en Guachochi
Respecto a lo sucedido el pasado martes 6 de junio, en el que desconocidos dispararon cientos de veces en contra de una iglesia católica en el municipio de Guachochi, en la sierra tarahumara de Chihuahua, "Pato" Ávila indicó que esta es una comunidad cercana y no fue en el mismo municipio donde fueron asesinados los sacerdotes.
A través de la señal de radio de El Heraldo Media Group, el activista detalló que en las imágenes que le hicieron llegar al activista, se observan en el fondo de la capilla más de 100 agujeros ocasionados por los impactos de bala.
"Está rafagueado el Cristo y las imágenes de la Virgen de Guadalupe y otra imagen de la sagrada familia", señaló
El defensor de los derechos humanos señaló que estas acciones simbolizan una prueba de poder, de decir hasta donde se pueden meter y decir que esos territorios sagrados ya no importan. Explicó que el pueblo mexicano es profundamente religioso, y se ha profanado un espacio significativo para ellos, por ello, se dijo preocupado por lo que se suscitó el pasado martes.
Ya no hay temor a Dios
el activista señaló que la frase "Abrazos, no balazos", es una frase ridícula y afirmó que es demasiada la violencia que está ocurriendo no solo en la Sierra Taraumara, sino en todo el país.
"Ya no alcanzan los abrazos para tapar los balazos", señaló
Recalcó que la violencia desbordada habla de una incapacidad, y culpó a los convenios, arreglos que existen en los gobiernos estatales y federales en el que no se puede generar espacios de paz y tranquilidad.
DRV