EN MÉXICO

Migrantes burlan inspección en la frontera sur con "cruces hormiga"

En la frontera sur, reducen la contención para impedir el paso ilegal de extranjeros que van a EU

NACIONAL

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En la frontera sur, reducen la contención para impedir el paso ilegal de extranjeros que van a EU Créditos: Foto: Especial

México mantiene sin vigilancia la línea fronteriza con Guatemala, por donde a diario cientos de migrantes ingresan de manera irregular y burlan retenes de inspección situados sobre la ruta que lleva hacia Tapachula.

A pesar de la suspensión de entrega de permisos de libre tránsito por el país –que antes de la caída del Título 42, se daban a miles de extranjeros–, la vigilancia y contención por parte de las autoridades migratorias mexicanas es nula en la frontera sur.

En el río Suchiate, la presencia de la Guardia Nacional es apenas visible. Unos siete elementos se mantienen en uno de los pasos improvisados de mercancías y migrantes, mientras que agentes del Instituto Nacional de Migración tienen poco interés por tender
ese cerco de seguridad y contención que tanto ha exigido Estados Unidos al gobierno mexicano.

“Pasan por allá. Aquí no se muestran porque saben que los van a detener”, relata uno de los gendarmes, mientras apunta hacia las partes bajas del Suchiate donde la presencia de fuerzas de seguridad no se asoma ni por error.

Rosmeri, una mujer venezolana, es una de las tantas personas que ha tenido que dejar su dinero en los puntos de revisión para que la dejen avanzar. Está varada en la CDMX y no tiene más recursos para continuar.

Antes de llegar al centro del país tuvo que pagar para cruzar en una balsa por el río Suchiate de Guatemala a Chiapas; burlar unos siete puntos de inspección y dejar dinero en los que era imposible esconderse. En total, ella y su grupo, formado por dos cubanos, una haitiana y cuatro venezolanos más, han tenido que desembolsar 100 dólares (unos mil 800 pesos) en promedio por cada uno.

La historia de grupos migrantes no mayores a 10 personas se replica durante todo el día en la frontera sur mexicana, donde a las autoridades federales no les interesa detener, pero sí deja avanzar para que cientos de extranjeros caigan en la trampa mayor:
cansancio, ausencia de recursos y un territorio aún extenso por intentar cruzar.

Para doña Mayra, que vende comida a orillas del río Suchiate, el paso de migrantes de da de forma más acentuada en horas de la madrugada y cuando comienza a caer la noche.

“Nadie los detiene, pero tienen miedo, porque, aunque no los van siguiendo, toman sus precauciones, ya viera usted que hay gente que los mueve para Tapachula sin que nadie se dé cuenta. Pero ese es el negocio, los migrantes son el negocio ahorita”, apunta.

Y sí. Las redes de “coyotes” están más expandidas que nunca, aprovechando la parsimonia del INM y la Guardia Nacional, para hacer su agosto en pleno mayo.

La caída del Título 42 generó que el flujo migrante pasara de formar caravanas al paso hormiga de cientos de extranjeros que buscan llegar cuanto antes a la frontera con Estados Unidos.

 

MAAZ