Sus compañeras fueron testigos de todo. Eran las primeras horas de otra jornada laboral para Paola Buenrostro. La noche estaba tranquila, casi no había movimiento. Ella, junto a su compañera Kenya Cuevas, platicaban sobre sus pasatiempos, hasta que un auto Nissan color gris se detuvo para platicar. Arturo Felipe Delgadillo Olvera vestía con saco y camisa. Tenía en ese entonces 36 años, declaró trabajar como guardia de seguridad. Estaba armado, pero únicamente estaba designado para usarlo en horas de trabajo y no aquella noche del 30 de septiembre de 2016 en Puente de Alvarado, en la Ciudad de México.
Kenya Cuevas, en entrevista con la cadena DW, relató que ese cliente había sido rechazado por varias de sus compañeras debido a que estaba alcoholizado y con los pantalones abajo. Paola no se negó, ella sí se subió. El auto avanzó aproximadamente 3 metros y cuando se detuvo las trabajadoras escucharon gritos de auxilio. Su amiga corrió al vehículo y al llegar a la puerta del copiloto se oyeron detonaciones. "Y vi como mi amiga se desvaneció en los brazos del hombre", agregó.
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Foto: Cuartoscuro
El homicida traía el arma en la mano y se quitó el cuerpo de Paola de encima. Kenya alzó la voz y dijo a sus compañeras que habían herido a Paola. En ese momento, por Aldama venía circulando una patrulla a la que las chicas alertaron. Los policías junto con Kenya son testigos presenciales del caso. Los uniformados le cerraron el paso y le pidieron que dejara la pistola, que descendiera. Arturo fue detenido y lo llevaron a la fiscalía de la alcaldía Cuauhtémoc.
Dos días después del asesinato de Paola, de que una bala atravesara su cuerpo cerca del corazón, el juez Gilberto Cervantes Hernández dejó en libertad a Delgadillo por no tener las pruebas suficientes para comprobar que él disparó el arma contra Buenrostro, de 25 años, originaria de Campeche y con más de 8 años de residencia en la Ciudad de México.
La audiencia se celebró. A ella acudieron Kenya junto con un grupo de mujeres trans, sin embargo, un abogado les pidió que se retiraran porque podían "contaminar la audiencia con su declaración". El acusado dijo que Paola intentó asaltarlo, que forcejearon y que ella misma se había disparado.
Desde entonces, el caso se ha topado con numerosas irregularidades. Por ejemplo, en el inicio de la investigación, las autoridades nombraron a Paola como "Manuel", "Alejandro", "el occiso" o "el sexoservidor", negándole así el derecho a la identidad de género, según concluyó la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCDMX).
Foto: Cuartoscuro
Pese a las pruebas que aportó Kenya al caso, el hombre salió libre. Paola no tuvo acceso a la justicia. En 2019 la Comisión de Derechos Humanos se refirió al caso y lanzó una recomendación para que la Procuraduría General de Justicia (PGJ) por primera vez declarara el delito como transfeminicidio. Las autoridades aceptaron la recomendación y en 2021, encabezada la dependencia por Ernestina Godoy, se le pidió una disculpa pública a la familia.
Por “actuación negligente, discriminatoria y carente de empatía” por parte del personal de la dependencia. Ernestina Godoy reconoció públicamente los actos de agravio cometidos y que Paola Buentrostro fue víctima de un crimen de odio. Por su parte, Kenya Cuevas fue reconocida como promotora defensora de los derechos humanos de personas transexuales.
Foto: Especial
En 2023, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México publicó una recompensa de hasta medio millón de pesos por información que lleve a la ubicación de Arturo Delgadillo. El hombre ha sido identificado por la prensa como un exmilitar que está prófugo desde que cometió el delito.
La lucha de Kenya ha sido muy fuerte y espera que con la recompensa la investigación sea más rápida. Exige que el hombre sea juzgado por el delito de transfeminicidio. Una vez que Delgadillo Olvera sea detenido iniciará un nuevo proceso penal y el delito podría reconfigurarse. El próximo 30 de septiembre se cumplen 7 años del transfeminicidio de Paola, uno de los primeros en ser tratados como tal por autoridades capitalinas.
De acuerdo con información del informe de 2015 titulado "Violencia contra Personas Lesbianas, Gay, Bisexuales, Trans e Intersex en América" explican que en muchos paises de la región los asesinatos contra las personas pertenecientes a la comunidad LGBT no se denuncian debido al prejuicio y hostilidad contra las orientaciones e identidades de género.
En México, documentación de la organización Letra S, desde 1995 se han asesinado a mil 310 personas LGBT: 1021 hombres, 265 mujeres trans y 24 mujeres. El promedio de homicidios en los últimos 10 años es de 71.1 casos al año. Los estados donde se han cometido más asesinatos contra personas trans en México son la Ciudad de México (36), Estado de México (22), Chihuahua (20), Veracruz (19) y Nuevo León (17).
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