ALERTA DE SALUD

Desde asma hasta hepatitis C: estas son las fatales consecuencias de consumir cocaína

Las consecuencias, expuestas por el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, evidencian el peligro y los daños que puede ocasionar el consumo de cocaína en la salud de las personas

NACIONAL

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Créditos: Especial.

El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, informó sobre las graves consecuencias que genera la ingesta de cocaína. En su explicación emitida durante la conferencia matutina de este martes, el funcionario destacó que esta droga, al igual que las metanfetaminas, crea una adicción rápida y estimula la violencia dentro del ámbito familiar.

López-Gatell hizo hincapié en que uno de los derivados de la cocaína es el crack, una forma de la droga que se presenta en piedra y se consume al calentarse y fumar. 

"Esta es la modalidad más común en el mercado ilegal", señaló el funcionario.

Además, el subsecretario detalló las diversas consecuencias para la salud que el consumo de cocaína puede provocar, dependiendo de la forma en que se ingiera. Al ser inhalada, se puede experimentar pérdida del olfato, hemorragias nasales, goteo nasal constante y dificultades para tragar.

Cuando se ingiere, la cocaína puede ocasionar el deterioro del intestino debido a la reducción del flujo sanguíneo en esa zona del cuerpo. Por otro lado, al ser fumada, se pueden presentar tos, asma, dificultades respiratorias y un mayor riesgo de contraer enfermedades como la neumonía.

En el caso de la administración intravenosa de cocaína, existe un grave riesgo de contraer enfermedades transmitidas por la sangre, como el VIH y la hepatitis C, así como infecciones en la piel.

Estas consecuencias, expuestas por el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, evidencian el peligro y los daños que puede ocasionar el consumo de cocaína en la salud de las personas. Es importante estar conscientes de estos efectos negativos y buscar ayuda profesional para superar cualquier adicción a esta droga.

Cocaína y su producción por el narcotráfico 

La cocaína se deriva de las hojas de coca, una planta que se cultiva principalmente en regiones de América del Sur. El proceso de fabricación de cocaína implica varias etapas, incluyendo la extracción de alcaloides de las hojas de coca y la posterior purificación y procesamiento químico.

El proceso de extracción de los alcaloides de la hoja de coca puede variar, pero generalmente implica la maceración de las hojas en solventes como la gasolina, el éter o el alcohol. Luego, se realiza una serie de procesos químicos para separar y purificar los alcaloides de la mezcla resultante.

Después de la extracción, los alcaloides se someten a más procesos químicos para convertirlos en cocaína en forma de clorhidrato. 

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