El fin del Título 42 ha ocasionado que cientos de migrantes lleguen a la frontera de Tijuana, de Ciudad Juárez y de Matamoros con la esperanza de cruzar a Estados Unidos.
En Tijuana cerca de 600 migrantes acamparon con bolsas negras y algunas sábanas que les regalaron de ambos lados de la frontera.
Hace dos días, Giovanni Arango, de origen colombiano, quien huyó de su país por amenazas del crimen organizado, llegó a Tijuana y, junto con su hijo de cuatro años, brincó la valla fronteriza para esperar que las autoridades estadounidenses lo trasladen al área de procesamiento para solicitar el asilo político.
Giovanni desconoce qué es el título 42, que se implementó en el gobierno de Donald Trump como recurso sanitario y que sirvió para expulsar vía fast track a casi tres millones de migrantes.
En tanto, en Ciudad Juárez miles de migrantes se aferran a la posibilidad de recibir asilo en Estados Unidos. Se pudo observar que comenzó el flujo de familias hacia el otro lado. Conforme avanzan las horas, el panorama no es nada prometedor, ya que al entrar en funciones el Título 8, todo aquel migrante que no logre calificar, será repatriado automáticamente.
Por el lado de Matamoros, un gran número de migrantes cruzaron anoche y la mañana de ayer el río Bravo, sin temor a perder la vida o ser detenidos. Hubo una estampida de migrantes, que superó a los elementos del Instituto Nacional de Migración que resguardan el bordo.
“Vamos a cruzar, vamos a ir para delante y que sea lo que Dios quiera”, declaró el migrante Mayori Caballero.
EU informó que el gobierno de México podría trasladar a migrantes de terceros países deportados, hacia el sur del territorio mexicano.
LSN
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