DESPIDEN AL ACADÉMICO

El legado de Raúl Padilla vive, la UdeG se compromete a honrarlo

Su última morada es el recinto Parque Funeral Colonias

NACIONAL

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Las autoridades escolares buscan reconocer la importancia del académicoCréditos: Cuartoscuro

Cada decisión de Raúl Padilla López estaba pensada. No tenía vida propia; vivía para la Universidad de Guadalajara. Ahora su muerte debe tener un significado, ahora es un compromiso defender su legado, es la postura del Consejo General Universitario
Al despedir a su líder moral, sus miembros se comprometieron a defender la casa de estudios, la Feria Internacional del Libro, el Festival de Cine, el Centro Cultural e ir en pos del Museo de Ciencias Ambientales. Incluso dentro de 10 años, muchos le ven ocupar un sitio en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.

“No sé cómo le vamos a hacer. No existe momento más difícil como el que estamos viviendo. Nuestra familia está rota, con un pesar que no se puede nombrar, pero nos sentimos cobijados por el aprecio de todos en este duelo”, externó a nombre de la familia, su hermano Gustavo Padilla, durante el homenaje póstumo de cuerpo presente, en el Paraninfo, organizado por el consejo universitario.

Desde niño, Raúl tenía ideas transformadoras. Soñaba con que la educación estuviera al alcance de todos. “Apenas dos años después de graduarse como licenciado, título con el que lo nombramos con mucho cariño, se convirtió en rector general (número 43) de su alma mater, a partir de ahí germinó una época de renovación y luminosidad para nuestra Universidad de Guadalajara”, añadió.

El cuerpo de Raúl Padilla estaba dentro del féretro recibiendo aplausos, ovaciones y lágrimas en su memoria, mientras en la mente de los asistentes resonaban los cuestionamientos: ¿quién tomará las riendas de la institución? ¿quién heredará el legado de Padilla? 

El rector Ricardo Villanueva Lomelí dejó claro que: “Raúl Padilla es insustituible. La única manera de sustituirlo es con miles de universitarios juntos. Sólo una mente colectiva puede reponer un poco la mente que hoy perdimos. ¡Jalisco está de luto! No volverá a haber un Raúl Padilla en Jalisco porque no hay una mente tan brillante como para sustituirlo. Quien aspire a hacerlo, cometería el error estratégico más importante de su vida”.

El dolor compartido era evidente entre sus familiares y amigos, también entre estudiantes, todo el cuerpo académico, la comunidad universitaria, artistas, políticos, intelectuales y público en general. Algunos de sus compañeros al despedirlo recordaban su lucha estudiantil y la reforma universitaria que logró en vida.

“Nos conocimos como estudiantes. Nos tocaron muchas buenas, malas. Crecimos juntos. Era muy amiguero. Tenía mucho carisma; sabía escuchar. Siempre destacó como líder nato. Si algo no tuvo, fue egoísmo. Siempre daba oportunidades, nos arropaba. Era una persona fuera de serie, ¡muy brillante! Entre amigos decíamos que se sentía hasta siniestro, no se le escapaba nada, siempre iba un paso delante de todos los demás. Era una persona que nunca estaba satisfecha, siempre tenía proyectos. Vivimos momentos inolvidables”, dijo en entrevista con El Heraldo de México, su amigo Roberto Rivas Montiel, ex director de Control Escolar, hoy jubilado.

El alcalde de Zapopan, Juan José Frangie, externó la tristeza de perder al amigo que conoció cuando tenía tan sólo ocho años. Le unió a Padilla el amor por el deporte y la visión empresarial.

El historiador José María Muriá cuestionó: “¿cuántas aulas, auditorios, centros, estadios llevan el nombre de Raúl Padilla? Por ahí hay que empezar. Tenemos que perpetuar su nombre. En este caso, de aquí tendría que ir a la Rotonda (de los Jaliscienses Ilustres), pero la regla nos obligará a esperar 10 años. La propia universidad tendría que pensar en poner su nombre en algún sitio”, dijo.

A sus funerales arribaron 235 coronas y casi 40 arreglos florales. Tras el homenaje póstumo en el Paraninfo universitario, familiares y amigos cercanos lo despidieron en privado.