El partido de Nueva Alianza (NA) quedó sin representación en la 61 legislatura del Estado de México, al renunciar como diputada local Mónica Miriam Granillo Velasco. “Creo firmemente que los partidos políticos deben ser el medio de expresión de la voluntad ciudadana y no un instrumento para satisfacer ambiciones personales”, argumentó la ex legisladora.
Agregó que este instituto político sufrió un distanciamiento con su militancia por el abandono de los principios ideológicos que daban fortaleza a Nueva Alianza, lo que derivó en una crisis institucional. Acusó que la dirigencia traicionó las bases y la lealtad de la militancia.
“Estoy convencida que, el compromiso de los representantes populares debe ser, a costa de cualquier ideología política, con las y los mexiquenses, de la misma forma, tengo plena convicción que mi compromiso es con la ciudadanía que en el año 2021 me otorgó la alta distinción de representarlos en la LXI legislatura”, expresó la política.
Con anterioridad eran solo dos diputados quienes representaban a Nueva Alianza en el Congreso mexiquense, pero por problemas internos, quien fuese coordinador, Rigoberto Vargas, fue retirado del cargo por sus mismas filas y posteriormente se declaró sin partido para quedarse sola Mónica Miriam Granillo.
En sesión ordinaria, el coordinador del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Omar Ortega Álvarez, pidió licencia temporal del 03 de abril corriente al 04 de junio, la cual fue concedida, y al diputado de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Mario Ariel Juárez Rodríguez, se le concedió licencia por tiempo indefinido.
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