Durante el fin de semana trascendió la salida de Francisco Garduño, titular del Instituto Nacional de Migración (INM). Ante esto, Alberto Xicoténcatl, director en Casa del Migrante de Saltillo, Coahuila señaló que no se resuelve el problema de la crisis migratoria con la salida de algún funcionario.
En entrevista con Sergio Sarmiento y Guadalupe Juárez, el defensor de los Derechos Humanos señaló que no se pueden desaparecer instituciones o retirar funcionarios de su cargo por decreto presidencial, sino que necesitan abrir un diálogo tanto en la Cámara Baja como en la Alta, al igual que la participación del Congreso a la sociedad civil.
"Hemos visto otro tipo de discusiones para crear o transformar leyes y requerirá de mucha discusión", señaló.
Al respecto, Xicoténcatl Carrasco aseguró que este año será imposible en que se pueda tener una refundación del INM para crear una nueva institución o dependencia que es lo que se propone.
Designación del padre Alejandro Solalinde
A través de la señal de radio de El Heraldo Media Group, el encargado de la casa migrante comentó acerca la designación del padre Alejandro Solalinde al INM, quien ya ha rechazado el puesto. Comentó además que las observaciones que tiene al fenómeno son limitadas respecto a lo complejo que es la crisis migratoria. Manifestó que el presidente Andrés Manuel López Obrador designará a la persona que crea más conveniente para atender estos temas
Destacó que el padre Solalinde tendrá que asumir que el estado es laico y que todas las discusiones tienen que darse en un marco dentro de las leyes.
Alberto Xicoténcatl manifestó que tiene que cambiar de primera instancia la ley para atender temas de la crisis migratoria. El INM nace a partir de la Ley de Migración, dijo, la cual promueve es la persecución, detención y deportación, esto sin seguir los principios de derechos humanos, aunque esté cumpliendo los mandatos de ley.
"Mientras tengamos una ley que promueva la persecución, detención y deportación de personas migrantes la realidad no va a cambiar", señaló.
Ante esto, el activista mexicano afirmó que el problema migratorio es un problema de la política pública. Al final se tiene una política migratoria federal, estatal y municipal de persecución y de terror contra estas personas. Asimismo, aseveró que también existen temas de corrupción con autoridades municipales que amedrentan a migrantes provenientes de Centroamérica y Sudamérica.
Voluntad política de aceptar migrantes
El defensor de los Derechos Humanos indicó que el gobierno mexicano tiene la capacidad de recibir 30 mil personas deportadas al mes siempre y cuando haya voluntad política; sin embargo, lo que hace el gobierno es abrir las puertas y deja que la sociedad civil se haga cargo.
"El gobierno no ha invertido en que pueda abrir espacios donde la gente sea protegida"
En consecuencia, Xicoténcatl que alrededor de 30 mil migrantes al día se queda a su suerte en la mayoría de las fronteras el país.
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