Diana Castañeda Fuentes de 14 años, desapareció el 7 de septiembre de 2013 en Ecatepec, Estado de México. Una desaparición que culminó en feminicidio, en un país donde en promedio entre 10 y 11 mujeres son asesinadas cada día, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP); un país donde actualmente hay más de 100 mil personas desaparecidas de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO).
La historia de Diana la cuenta María Eugenia Fuentes, su madre, quien recuerda a su hija con una personalidad rebelde, ruidosa y “desparpajada”, una niña alegre, activa y buena amiga, a quien no le gustaba peinarse; prefería traer el pelo suelto. A sus 14 años, comenzaba a cursar tercero de secundaria y como la mayoría de los adolescentes de su edad, ya estaba activa en redes sociales, principalmente Facebook, empezaba a consolidar su grupo de amigos, ir a sus primeras fiestas y tener algún novio.
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El día que desapareció
El sábado 7 de septiembre por la tarde, Diana salió de su casa ubicada en Héroes de Ecatepec tercera sección. Se dirigía a casa de una amiga en Héroes de Tecámac quinta sección, a unos 45 minutos caminando de donde vivía. Ellas irían a una fiesta. Salió sin celular, ni dinero y caminó hacia su destino.
Diana no llegó con su amiga. Esto es lo último que se supo de la adolescente que tenía hora de llegada era al anochecer y siempre cumplía con el horario establecido. A las 8 comenzó a oscurecer. Pasaron las 9 de la noche y su familia empezó a preocuparse. A las 10 salieron a buscarla.
Fueron a las casas de amigos y conocidos a preguntar por ella, pero nadie sabía nada. Pasó la noche y a primera hora de la mañana, la señora María Eugenia, Margy, como le dicen de cariño, acudió al Ministerio Público para levantar la denuncia por desaparición, pero le dijeron que no podían hacer nada hasta pasadas las 24 horas…
Que quizás mi hija se había ido con el novio, o se le habían pasado las copas o se había drogado y hasta que no se despertara y reaccionara, igual ella me llamaba y regresaba a la casa”.
Margy rechazó estas declaraciones que sintió como burla, sabía con certeza que su hija de 14 años siempre cumplía con el horario de llegada. Mientras pasaban aquellas 24 horas, su familia se movilizó a través de redes sociales, imprimieron la ficha de su desaparición para pegarla por toda la zona y preguntaron a los establecimientos cercanos si alguien había visto a Diana.
La búsqueda de una niña desaparecida
El lunes 9 de septiembre, la señora Margy, junto con el personal del Ministerio Público, recorrió la zona y los posibles lugares por los que pasó en su camino. En el recorrido, la madre de Diana notó que había establecimientos como un banco Bancomer, una tienda Coppel y una Bodega Aurrerá con cámaras de vigilancia que pudieron haber captado algo. Solicitó la revisión de las mismas, pero los comandantes le dijeron automáticamente que no servían.
“Ahora sé que tienen la obligación de investigarlo, pero no lo hicieron… pues no hay una escuela para el día que tu hijo desaparezca, pues no sabes… el mismo procedimiento te va enseñando que tienes el derecho de exigir que se pidan los oficios para la investigación de los videos de las cámaras que se encuentran en el camino de una persona desaparecida”, expresa María Eugenia Fuentes.
En las semanas posteriores a la desaparición de Diana, las redes sociales estaban llenas de su foto. Todos los días, familia, amigos, vecinos y conocidos se organizaban para pegar la ficha de búsqueda por la zona, pues cada mañana las calles despertaban limpias sin las fichas; fueron millares las que se pegaron, junto con un par de lonas y carteles.
Doña Margy salió a diario a buscar a su hija hasta que recibió una amenaza a través de Twitter de parte del presidente municipal de Ecatepec de aquel entonces, Pablo Bedolla; le dijo que “le bajara” porque estaba haciendo mucho escándalo, que no tenía permiso de colgar lonas ni de pegar fichas de búsqueda. Ella hizo caso omiso y siguió buscando a su niña.
Al poco tiempo, el fiscal de Ecatepec la citó en la Fiscalía para hablar con ella. “Me dijo que qué era lo que quería para bajarle”, recuerda Margy, porque traía mucho ruido en redes sociales; ella le contestó que quería encontrar a su hija sana y salva. A cambio de que dejara de hacer alboroto, el Fiscal le ofreció más apoyo para la búsqueda de Diana.
Juntos recorrieron los diferentes Servicios Médicos Forenses cercanos a la zona en busca de la menor y también hicieron patrullajes, pero los avances en el caso eran pocos. A la par, doña Margy se unió al grupo “Red de madres en busca de sus hijos” donde junto con otras mamás de personas desaparecidas comenzaron a colaborar más de cerca con la Fiscalía en mesas de trabajo.
Un año sin noticias de Diana
Pasaron los días, semanas y meses sin saber de Diana Castañeda. El tiempo pasaba cada vez más lento, mientras que el dolor y la preocupación incrementaban para la familia.
No se vive, sientes que flotas en el aire, que no avanzas y cada momento piensas ¿qué estará sucediendo con esa persona, obviamente le pides a Dios que la proteja, la cuide, que no sienta dolor, pero ves la ciudad, las luces y piensas que quizá en esta luz pudiera estar tu hija, quizás ahí la tenían detenida y no poder hacer nada. Pasan los días lentos con mucho dolor, con mucho mucho dolor…”
En septiembre de 2014, a un año de la desaparición, la Fiscalía le dio la noticia a la familia de que habían encontrado a Diana Castañeda Fuentes sin vida. Entonces la señora Margy preguntó: “¿La encontraron completa?”, solo habían ubicado su cráneo y sus pies.
La niña de 14 años fue encontrada tras el dragado del canal de los Remedios en Ecatepec que se realizó en febrero de 2014, junto con otras partes de cuerpos de personas que también habían sido arrojadas ahí. Pero fue hasta que las pruebas de ADN de los miembros dieron positivo a Diana que avisaron a la familia. Un año después, en septiembre de 2015, localizaron el torso; aún faltan sus brazos, piernas y manos…
¿Qué fue lo que pasó?
Según las investigaciones, Diana estuvo con vida hasta el 8 o 9 de febrero de 2014. Murió al instante a causa de contundentes golpes. Posteriormente la descuartizaron y colocaron sus restos en costales que fueron arrojados al canal.
“Eran cortes muy perfectos… después de que la mataron inmediatamente la dejaron desangrar porque cuando dejas sangre en el cuerpo se ve de otro color, lo único que tenía ella marcado eran los golpes que se le habían hecho”, describe Margy.
Por las condiciones en las que se encontró el cuerpo y haber estado en el agua, no se pudo encontrar evidencia de abuso sexual, pero como estuvo cinco meses con vida tras su desaparición, se da a suponer que sí.
¿Quién mató a Diana Castañeda?
Hay muchas incógnitas sobre el caso de Diana de las que aún no hay respuesta. No se sabe con certeza quién la mató, ni quien la tuvo retenida durante cinco meses.
Según algunas investigaciones, en esos tiempos operaba una banda delictiva llamada “Los Polonios” en las zonas de Ecatepec y Tecámac. Se dedicaban a la recluta de mujeres jóvenes, entre los 14 y 16 años principalmente, para la trata, distribución de drogas, violación y asesinato. Dicha banda era liderada por un exmilitar llamado Erick “N” y apodado “El Mili”; y se les señala de estar protegidos por las autoridades de la zona.
De los 30 feminicidios que son de la autoría de aquella banda criminal está el de Bianca Barrón, un caso muy sonado de una joven de 15 años que fue violada, torturada y arrojada a la carretera México-Pachuca en 2012. Uno de los implicados en el asesinato solo recibió tres años de cárcel y actualmente se encuentra libre a pesar de contar con más carpetas de investigación en su contra.
“El Mili”, líder de “Los Polonios”, actualmente cumple una sentencia de 70 años de cárcel por más de 12 feminicidios y tráfico de drogas; sin embargo, cuando se le cuestionó sobre Diana, él no la reconoció como una de sus víctimas. La madre de la niña de 14 años supone que su banda pudo haber estado implicada en el caso de su hija: “Pero entiendo cómo piensan ellos, les vale, una más una menos, de todas maneras ellos ya están en prisión”.
Más de 9 años sin Diana
Las autoridades continúan trabajando en el caso de Diana Castañeda; sin embargo, para su madre, la justicia no es saber quién fue, sino que quien haya sido, ya sea una sola persona o un grupo delictivo no sigan libres. Justicia es que ya no sigan desapareciendo y asesinando a niñas. Que ya no haya carpetas de investigación con errores y que las autoridades sean competentes desde el primer día. Que se capaciten mejor, que dejen de revictimizar a las víctimas.
Mientras tanto, la familia de Diana continúa aprendiendo a vivir con su ausencia. Van más de 9 años de su desaparición y muerte, y apenas este 2022 lograron vivir un poco más en calma, tratando de hacer su vida normal, viviendo el duelo, trabajando con profesionales de la salud mental; Margy, participando activamente en el grupo Red de madres en busca de sus hijos.
“A penas este año he vivido más tranquila, pienso en ella con amor y ternura y sé que está en el cielo, ya no lloro tanto, dentro de todo estamos tranquilos”, reflexiona Margy Fuentes. Dice que hay cosas que detonan el dolor y vuelven a abrir la herida, como el cumpleaños de Diana, el día en que desapareció, el día en que la encontraron, fechas y festividades importantes.
Aprendes a vivir con el dolor, aprendes a vivir con esa ausencia, hay detonantes que te lastiman y te vuelven a abrir esa herida que tenías cicatrizada y seguir como digo yo, la vida es bella a pesar de todo, si tienes vida hay que seguir”.
Por: María José Serrano Carbajal
Edición: Paola Sánchez Castro
Diseño: Ana Navarro e Ingrid Almaraz