CALENTAMIENTO GLOBAL

Orgánico, es el futuro del vino

El cambio climático impacta la tierra, la uva y el procesamiento del vino

NACIONAL

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Sandro Sartor, presidente de la empresa vinícola Ruffino.Créditos: Ádriana Luna

Guadalajara.- La sustentabilidad en la producción del vino es el reto inminente ante el calentamiento global. La temperatura de la tierra impacta a los viñedos, a la uva, y por tanto, también al vino. La empresa italiana Ruffino cuida la uva desde el campo hasta el embotellamiento. Además, investiga cómo disminuir la cantidad de agua utilizada para producir un litro de vino.

“Es muy importante la sustentabilidad, particularmente en la agricultura, el medio ambiente, el proceso de producción a partir del viñedo, de la uva. De la calidad de uva depende la calidad del vino. Hemos tomado la decisión de producir todos los vinos orgánicos, es un proceso largo, pero en los próximos dos años lo lograremos. Certificar este tipo de vino es el futuro. La sustentabilidad y los vinos orgánicos son el futuro”, apuntó en entrevista con El Heraldo de México, Sandro Sartor, presidente de la empresa vinícola Ruffino.

De visita en Guadalajara, el hombre de negocios italiano detalló cómo el cambio de temperatura del planeta está impactando la forma de procesar el vino y cómo la tecnología puede ayudar para garantizar la calidad del producto.

“El calentamiento global está impactando la producción vinícola. La escasez de agua impacta la irrigación del suelo. Las temperaturas altas impactan al vino, finalmente, se convierte en alta graduación alcohólica cada año y también más fuerte en tanicidad (grado de presencia de taninos, astringencia). Son los desafíos a enfrentar. Tenemos que adaptar las técnicas de procesamiento para enfrentar el cambio climático y coexistir con la producción de vino”

“Es un tema serio, el agua es un recurso que comienza a escasear, estamos trabajando en dos aspectos: reciclar, depurar el agua que se utiliza en el procesamiento, y un segundo punto, la irrigación de los campos, en los viñedos, se tiene que adaptar al mínimo. No desperdiciar, usar sólo el agua necesaria para la cosecha. Sí, estamos destinando recursos económicos para tener mejores resultados en las diferentes líneas de producción”.

En la pandemia, aunque se incrementó la cantidad per cápita de bebidas alcohólicas ingeridas en casa, los restaurantes y bares estuvieron cerrados temporalmente y ahí es donde se genera el mayor consumo, por lo que al final las ventas de vinos terminaron en equilibrio. Durante ese período sí se vendieron más botellas en los supermercados, pero en el balance antes y después de la pandemia de COVID-19, un sector compensó a otro.

Con las variables que ha tenido el mercado internacional de vinos, se vuelve muy importante el envase de presentación para que el consumidor se enamore del producto a primera vista.

“La imagen elegante debe atraer al consumidor. El envase, el paquete completo es importante. Es una metáfora, explica la elegancia del producto al interior de la botella. La marca Ruffino (desde 1877) representa la calidad de los vinos y nunca decepciona al consumidor. Vale la pena el precio de cada botella. En nuestro vino se puede oler, saborear, percibir la Toscana, la autenticidad del lugar. Puedes degustar las diferentes regiones de Italia en su vino de alta calidad”, añadió.

Durante su visita a México y Guadalajara, Sandro Sartor se encontró con un país próspero, que valora la calidad del vino que consume, lo que se convierte en una buena oportunidad para intercambio comercial. Sartor está convencido de estar presente cada año en el país para observar el mercado vinícola.