Enmascarados con las imágenes de terroríficos payasos usados para la Noche de Brujas causaron terror en septiembre de 2019 en el estado de Tamaulipas cuando a través de un video difundido en las redes sociales se mostraron con armas de alto calibre mientras viajaban a bordo de un lujoso automóvil que tenía vestiduras de piel.
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Entonces fueron llamados como los “payasos asesinos” al ser identificados como sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). La organización criminal fundada por Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho” estaba en “guerra” con otros grupos criminales como El Cártel del Noreste y su brazo armado “La Tropa del Infierno” que combatían contra los del Cártel del Golfo, quienes disputaban con mayor presencia de sus integrantes el control de la plaza de Tamaulipas.
Para robustecer su presencia y hacer frente a las otras organizaciones del crimen, el CJNG se alió con otros grupos armados. De esos encuentros conoció a los sicarios de una pandilla llamada “Los Metros”, una célula de la facción del Cártel del Golfo que operaba precisamente en la codiciada Tamaulipas, particularmente en la capital Reynosa.
Cómo surgieron “Los Metros”
El grupo armado de “Los Metros” se formó gracias a José Eduardo Costilla Sánchez, alias “El Coss”, quien era el brazo derecho de Osiel Cárdenas, el exlíder del Cártel del Golfo. Según con reportes de prensa locales, el capo creó el grupo con la intención de mermar el control a la familia Cárdenas Guillén. Por consiguiente aceptó el trato que le ofreció la gente del “Mencho”.
“Los Metros” respondían directamente a Hugo Gonzalo Mendoza conocido como “El Sapo” o como “El 90”, quien era considerado el segundo al mando del Cártel Jalisco Nueva Generación, de acuerdo con los servicios de inteligencia de Estados Unidos. Hasta hace algunos años, el capo era el encargado de mantener el control en las zonas clave de Jalisco como en Puerto Vallarta donde el grupo armado mantiene su fortuna por el narcotráfico.
“El Sapo” era el encargado también de ofrecer empleo con publicaciones engañosas donde ofertaba ingresar a trabajos como guardia de seguridad, pero en realidad era el primer paso para reclutar en su mayoría a los jóvenes para entrenarlo como sicarios al servicio tanto de “Los Metros” como del CJNG.
El narco fue identificado como una persona cruel y despiadada. Uno de los exsicarios de “Los Metros” que logró escapar de la organización, relató el día cuando el líder del grupo donde surgieron “Los payasos asesinos”, llegó a la Sierra Navajas en Hidalgo, zona donde entrenaban a sus nuevos reclutas, su presencia hizo que esa tarde terminara en una masacre.
El testigo contó que al llegar “El Sapo” preguntó a todos “los nuevos” quién quería desistir y regresar a sus hogares, a quien dijera que sí, les daría 3 mil pesos en efectivo como pago. Algunos cuantos aceptaron la oferta del segundo al mando del “Mencho”, pero antes de que partieran, “El 90” ordenó a todos los primerizos que comenzaran a pelearse entre todos.
Uno a uno trataban de soltar golpes y defenderse de los que recibían de sus demás rivales, ya que tenía como principal objetivo poder permanecer de pie, no ser noqueados, ya que los que fueran al suelo serían ejecutados por “El Sapo”, y así fue. “El Sapo” terminó asesinando a todos aquellos que no lograron terminar de pie.
Aunque la presencia de “Los payasos asesinos” fue fugaz, su pasó causó terror entre los habitantes de Tamaulipas por el terrorífico aspecto de las máscaras, pero además por el comportamiento aterrador de asesinar con impunidad a otras personas ligada en su mayoría al narcotráfico.
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RM