Concepción, Elsa, Nicolasa, Inés y Delia se conocieron en un internado de Oaxaca hace casi 60 años y la amistad que forjaron las llevó a visitar juntas, por primera vez, el complejo turístico del archipiélago de Islas Marías.
Ellas forman parte de las 125 personas que el martes pasado arribaron a la Isla María Madre luego de viajar cuatro horas en un transbordador que salió de Mazatlán, Sinaloa.
La mayoría de estos visitantes son adultos mayores interesados en conocer la historia de este lugar declarado colonia penitenciaria en 1905 durante el gobierno de Porfirio Díaz y que en marzo de 2019 dejó de alojar a personas privadas de su libertad debido al alto costo que representaban para el gobierno federal, ya que su manutención era de 2 mil 885.52 pesos por cada uno.
Foto: Diana Martínez
El costo anual por estos reclusos era de 727 millones 151 mil 40 pesos, según datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, de la que depende el Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social, que estaba a cargo del complejo penitenciario de la isla.
Durante tres días, Concepción y sus amigas, que acudieron en un grupo de profesores jubilados, recorrieron los atractivos del sitio turístico que opera desde diciembre de 2022 cuando fue inaugurado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Algunas de las estancias de los internos ahora son hostales y el destacamento de Infantería de la Secretaría de Marina es un museo en el que se destacan errores de gobiernos anteriores, como el de Felipe de Calderón, que en 2009 puso fin al régimen de semilibertad de los reclusos e inició en la isla la construcción de la cárcel de máxima seguridad Laguna del Toro.
Antecedentes del destino
En 2013 se registró un motín en ese centro por la falta de agua, alimentos en descomposición y abusos de custodios, y dejó 32 internos y ocho empleados penitenciarios lesionados; esa cárcel hoy está abandonada, con las celdas desgastadas y sin energía eléctrica.
Hace cuatro años, a unos días de que fueran trasladados más de 600 internos a otras prisiones federales, parecía una isla fantasma, hoy los visitantes se reúnen desde temprano para disfrutar del paseo por el Puerto Balleto, la calera, la salinera, la camaronera y el panteón, así como hacer senderismo hacia un faro y a la estatua de Cristo Rey.
Fueron años felices en Islas Marías porque la familia estaba completa
Arcadio cumplió su sueño de regresar a Islas Marías, donde vivió entre su niñez y adolescencia con su padre que estaba privado de la libertad por el homicidio de policías.
Foto: Diana Martínez
Nuevamente Arcadio pisó este lugar, pero ahora como turista y ya como adulto mayor.
El hombre señaló que los años que estuvo en el complejo penitenciario fue feliz porque a pesar de las carencias económicas, su familia estaba completa.
“Fueron años muy felices porque estábamos la familia unida, completa, trabajábamos mucho, sí, con muchas carencias, pero estábamos juntos, estábamos felices”, recordó.
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dhfm