El alza en el precio de la harina, papel, combustible, electricidad y hasta el agua, presiono a que el precio del kilogramo de tortilla se haya elevado hasta los 26 o 27 pesos en Tamaulipas, indicó Enrique Yañez Reyes, dirigente de la Unión de Propietarios de tortillerías y Molinos de Nixtamal.
Desde el pasado fin de semana, en diversas tortillerías de Ciudad Victoria se observó un alza en el precio, pasando de los 22 hasta los 26 y 27 pesos, ante el incremento de los insumos y también, el ajuste que han sufrido las tarifas de la energía eléctrica y gas e incluso el servicio de agua, indicó.
Mencionó que los industriales de la masa y la tortilla desde hace más de un año plantearon la necesidad de incrementar el precio de la tortilla, pero no se había aplicado. Ahora ante la serie de incrementos en los costos de la harina, gas y papel es que se ven obligados a elevar el precio su producto.
Ahora el precio de la tortilla en la capital de Tamaulipas ha tenido un aumento de cuatro pesos, para alcanzar los 26 y hasta 27 pesos.
En tanto, en las tiendas de autoservicio el precio de la tortilla es de 22 pesos por kilo, lo cual es una competencia desleal, ya que en ocasiones la bajan hasta 20 pesos, contra lo cual no pueden competir los tortilleros.
Ajuste no es un costo generalizado
Es una competencia desleal y utilizan la tortilla como artículo gancho, pierden en el precio de la tortilla, pero ganan en otros productos, comentó.
Indicó que el ajuste en el precio del kilo de tortilla no es un costo generalizado, ya que cada quien va ajustando de acuerdo a sus gastos de operación, dijo al señalar que la harina había subido mil 250 pesos la tonelada y apunto que ese ajuste va en otros casos hasta mil 600 pesos.
“Eso depende del tipo de harina y ello ha presionado para que el precio del kilogramo de tortilla vaya a alza”, estableció al agregar que el papel para envolver el producto también tuvo un ajuste incrementando un 20 por ciento.
El costo depende de la calidad de harina que se utilice, considerando que alguna de ella es cara debido a que los industriales quieren darle la mejor calidad a sus consumidores, “habrá otros que ponen una harina más barata, para tratar de economizar y otros agregan a la misma conservadores con lo cual su producto dura hasta ocho días en buena forma para consumirse”.
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