Corredores de comercio ambulante afectan a diario el comercio formal en los municipios de Toluca y Zinacantepec, sin que las autoridades intervengan.
Algunos ejemplos son la zona de la terminal de autobuses de la capital mexiquense, la colonia Ocho Cedros, Sauces, la vialidad Adolfo López Mateos (que enlaza a Toluca con Zinacantepec) y la región de hospitales al norte de Toluca, donde se vende principalmente comida.
Jorge Luis Pedraza Navarrete, presidente la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo del Valle de Toluca (Canaco Servytur), consideró que el problema es complejo y es competencia de la autoridad municipal invitar a los comerciantes informales a que se sumen a la formalidad y paguen sus impuestos como lo hacen los empresarios formales.
“Esto nos está generando una problemática más grande, ¿por qué?, porque se están generando problemas de recurrencias, ya no es el mercado informal de supervivencia, sino que es un mercado informal basado en grupos de comerciantes que empiezan a operar", dijo.
Agregó que no están pidiendo que el ambulantaje desaparezca, sino que se les invite a participar en la formalidad, pues hay que buscar nuevas formas de atenderlos, “la semi formalidad y la formalidad deben de convertirse en una sola formalidad”, acentuó.
Pedraza Navarrete puntualizó que decenas de comerciantes ilegales provienen de municipios de la zona oriente y de la CDMX aprovechando que hay un vacío en la ley. “Es un problema muy enraizado”.
Verónica Valdés, presidenta del Patronato Procentro Histórico de Toluca, sostuvo que la actual administración municipal ha dejado acrecentar el ambulantaje en el corazón de la localidad, afectando al comercio establecido.
Este fenómeno, dijo, ya está por doquier en el centro, lo que les deja grandes pérdidas económicas a los dueños de zapaterías, papelerías, relojerías, tiendas de ropa y restaurantes. Otro fenómeno es que muchas personas abre sus zaguanes o estacionamientos para instalar pequeños restaurantes.
MAAZ