El presidente Andrés Manuel López Obrador presidió la ceremonia por el 110 Aniversario Luctuoso de Francisco I. Madero, en el Patio de Honor de Palacio Nacional. En la fila de honor lo acompañó su esposa, la doctora Beatriz Gutiérrez Müller y Carlos Ruiz Abreu, director general del Archivo General de la Nación (AGN). Depositaron una ofrenda floral y montaron una guardia de honor por “el apóstol de la democracia”.
Asistieron integrantes del gabinete legal y ampliado, así como la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. Como único orador Carlos Ruiz Abreu, director general del Archivo General de la Nación, destacó que Francisco I. Madero, al que denominó “el apóstol de la democracia”, constituye uno de los personajes centrales de la evolución política del estado mexicano.
“En cierto sentido, quizás, el más importante debido a su rol como figura de inspiración. Su ideario es aún vigente, su espíritu cívico es ejemplo para la actuación democrática de cualquier gobierno. Todo esto coronado con una vocación de compromiso popular inquebrantable que lo condujo al sacrificio de su propia vida, antes que renunciar a tales principios”
Detalló que el 19 de febrero de 1913, Gustavo Madero, hermano del presidente fue asesinado por una turba de soldados en la Ciudadela. Cuatro días después, tras presentar su renuncia el presidente Francisco I. Madero y el vicepresidente José María Pino Suárez fueron asesinados convirtiéndose en “mártires de nuestra historia”.
“En los hechos, Madero es uno de los gobernantes más progresistas que ha tenido nuestro país, un visionario del poder político al grado de ser incomprendido en su época. Gracias a él, México continúa construyendo un sistema político democrático basado en el ejercicio libre del voto y en el respeto a nuestros derechos ciudadanos que nos permiten superar las fórmulas autoritarias y antidemocráticas”, subrayó.
FOTO: Presidencia
El director general del AGN dijo que Madero se caracterizó por ser una persona sensible, preocupado por la salud de los humildes y atraído por el espiritismo. “En lugar de formarse en la mentalidad empresarial de un hombre de negocios de la época, Madero desarrolló una fuerte conciencia cívica, moral, filosófica, política e intelectual, la cual le permitió ponerse desde muy joven a la pobreza, el analfabetismo y la tiranía política y económica que vivía México bajo la dictadura porfirista”, refirió.
Ruiz Abreu hizo un recorrido por la trayectoria política de Madero hasta su llegada a la Presidencia de México y resaltó la creación de su lema “Sufragio efectivo no reelección”.
“Como Presidente Madero ha sido uno de los mandatarios mexicanos más congruentes con su programa e ideario político. Su forma de gobernar estuvo basada en tres elementos, una conciencia social sensible a los problemas que aquejaban a los clases populares; un espíritu cívico que buscaba reformar al país mediante mecanismos institucionales apegados al más estricto cumplimiento de la ley y el anhelo de construir una nación unificada Y plural cuyos actores sociales resolvieran sus diferencias a través de la libre expresión de sus ideas y la conciliación política”, finalizó.
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