Las propiedades curativas del nopal son muy conocidas entre la población rural del estado de Durango, por lo que Alejandro Gamiz Favela agricultor de tradición organizo a más de 100 vecinos para cultivar esta planta legendaria de la región, y logró inscribirlos al programa de Sembrando Vida del gobierno federal, con el único objetivo de evitar la emigración y la desaparición de su pueblo San José de Tuitán.
Este pueblo es el último de una carretera que recorre el municipio Nombre de Dios, Durango, y que si no fuera por la iniciativa de crear la harina de nopal, sería un pueblo fantasma: esta comunidad de agricultores recibe mensualmente 500 mil pesos del programa de la Secretaría de Bienestar para hacer posible un proyecto comunitario, que es la deshidratadora de nopal de San José de Tuitán.
En entrevista con Heraldo Media Group, Alejandro Gamiz explicó que en esta región hay más de 2 mil hectáreas de nopal que se cultivan, pero se pensó buscar un valor agregado, por lo que surgieron varias ideas, pero la más viable fue la de harina de nopal, que es utilizada en su mayoría como suplemento alimenticio para evitar el estreñimiento en casos de intestino perezoso y para que los diabéticos reduzcan las cantidades de insulina.
“Empezamos a producir harina en una fabriquita muy pequeña y ha dado muy buenos resultados, porque la gente trae sus pencas de la labor. La desespinan, se lava, se desinfecta, se retira la baba lo más que se pueda y se pasa a las deshidratadoras; después de varias horas, pasa al pulverizado para después envasar en bolsas de 100 gramos, 250 gramos, medio kilo y de a kilo. La gente se entero de lo que estamos haciendo por internet y se disparó la venta con los paisanos, pero no se tiene capacidad para surtir todo”, admitió.
Para producir un kilo de harina, se requieren 17 kilos de nopal verde.
El Instituto Nacional de la Economía Social (Inais) observó el proyecto y como tenían organizado su proceso, les otorgaron asistencia técnica, desde el invernadero, la plantación del nopal, la extracción y pulverización del mismo, hasta el producto terminado, que se presentó en un proyecto que está en construcción.
Se trata de una fábrica de deshidratación en el poblado, por lo que se les entregaron en diciembre 999 mil pesos para que iniciaran la construcción que ahora está al 70 por ciento.
El proyecto total para funcionar como una marca en el mercado, requiere una inversión de tres millones de pesos, que serán cubiertos por la misma cooperativa que conforman estos 4 grupos de 25 personas que están trabajando en el proyecto; ahora son 97 en total, entre hombres y mujeres, que desde 2019 están impulsando esta iniciativa.
En los dos invernaderos producen anualmente 50 mil plantas de nopal conocido como rosalino.
“Ejemplo nacional de organización y cumplimiento de metas”.
“Aquí a la comunidad de Tuitán entran 500 mil pesos mensuales, que nunca los habíamos tenido. Antes apoyaban a las personas ricas, porque un proyecto cuesta mucho; no había gente que pudiéramos acceder a esos apoyos, pero en este gobierno nos hemos visto muy beneficiados, por eso la invitación a otros pueblos es a darle con todo, que sí se puede, por eso le damos las gracias al gobierno federal que se fijó en la gente trabajadora del campo”.
Por su parte, el enlace del municipio Nombre de Dios de servicios y programas federales en esta región, Gerardo Patricio Ricalday Soto, externó que es un proyecto ejemplar a nivel nacional, por la organización que se ha mostrado con los sembradores de esta localidad, logrando unir a productores de cuatro grupos.
“Desde un principio ha habido asistencia técnica continua, acompañamiento en todos los procesos; desde la selección de plantación en las parcelas hasta hoy se les da un acompañamiento, porque aquí en Tuitán como en todo el programa Sembrado Vida, hay dos técnicos, uno social y uno productivo; uno asiste en el área de la generación de materias primas y el otro en el área de organización social para que lleguen a ser una cooperativa”.
A nivel nacional se observó la disposición de la gente en este municipio, por lo que están invirtiendo en esta región con proyectos como el cultivo de ajo y sus derivados; otros proyectos son de cultivo del Tornachil o chile güerito con sus derivados e inclusive se está envasado como conserva.
Otro grupo está ya produciendo pinole, que es harina de maíz de olote con otras semillas como haba, lenteja muy alto en proteína. En total se apoya a 905 personas con el programa Sembrando Vida sólo en el municipio Nombre de Dios, Durango.
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