Agatha se convirtió en mayo de 2022, en medio de condiciones ambientales favorables, en el primer ciclón de la temporada de huracanes del Pacífico, luego de experimentar una rápida intensificación el día 29 que lo llevó a fortalecerse hasta convertirse en un huracán de categoría 2, al tiempo que alcanzaba vientos máximos de 175 km/h.
Al día siguiente, durante la tarde del 30 de mayo, el huracán tocó tierra justo al oeste de Puerto Ángel, en la costa de Oaxaca, y con el paso de las horas entró por el sur de la entidad dejando a su paso desolación y destrucción. A la mañana siguiente, y así durante 48 horas más, las lluvias se intensificaron en la región, lo que ocasionó deslaves, inundaciones, corrimientos de tierra, la caída de algunos puentes, así como afectaciones a la infraestructura vial en toda la zona.
El fenómeno natural dejó tras su paso al menos 11 víctimas mortales, alrededor de 42 mil personas afectadas en nueve localidades la entidad, así como daños por cientos de millones de pesos. Tras las evaluaciones y el inicio del periodo de rehabilitación se informó que Agatha había dejado daños en 31 municipios, entre ellos Santa María Tonameca, en donde se encuentra ubicado el pueblo de Ventanilla, espacio natural que resguarda a la laguna del mismo nombre y a un amplio ecosistema natural en el estuario del río Tonameca.
Una comunidad que trabaja por la conservación de la laguna y su ecosistema
Ventanilla es una comunidad oaxaqueña ubicada a escasos kilómetros de Mazunte y Zipolite y muy cerca de la ciudad de San Pedro Pochutla. Este hermoso pueblo oculto entre la selva baja costera y el mar azul intenso del Pacífico acoge a 180 personas, la mayoría de ellas dedicadas al ecoturismo, mismas que se vieron duramente afectadas en mayo pasado debido al paso del huracán Agatha, meteoro que dejó importantes daños al ecosistema local, y detuvo la economía turística, de la que dependen sus habitantes, durante al menos un mes.
Así lo compartió en entrevista con El Heraldo Digital Atanasio Martínez, habitante del lugar y quien se desempeña como Secretario del Consejo de Administración de la Cooperativa Ventanilla. Una organización que fue constituida en el año 1996 "con el objetivo de salvaguardar el futuro de la flora y la fauna de la región" y da empleo directo a uno de cada diez habitantes del pueblo, mientras que el resto, nueve de cada diez, se benefician de manera indirecta, enfatizó el prestador de servicios turísticos. Actualmente la conforman 17 socios y 10 colaboradores.
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De esta manera, desde hace casi tres décadas, la cooperativa y los habitantes del lugar se organizan para brindar servicios ecoturísticos a los cientos de visitantes que cada mes acuden a este paradisiaco punto de la costa oaxaqueña a conocer la laguna y el ecosistema natural que se creó en torno a ella, en donde coexiste una flora y fauna endémica caracterizada por los árboles de mangle, los cuales fueron devastados en al menos un 62% debido al paso del huracán Agatha, así lo confirmó otro de los integrantes de la organización.
Las afectaciones en ventanilla tras el paso de Agatha
A la mañana siguiente del 30 de mayo, una vez que Agatha ya se encontraba tierra adentro el panorama en Ventanilla era desolador, donde antes había árboles de mangle, en torno a la laguna, ahora no había nada. Las afectaciones alcanzaron a al menos el 62% de los árboles de esta especie:
"Anteriormente los recorridos eran en sombra, antes de los huracanes, pero después que pasaron ahora quedó despejado todo. Los árboles grandes que había todos fueron destruidos, había árboles de hasta 40 metros de altura y todos se cayeron debido al fenómeno", declaró Martínez.
Con "huracanes" el cooperativista se refiere a cuatro huracanes que a lo largo de tres décadas dejaron escenarios similares a su paso por Ventanilla: Paulina, Rick, Carlota y Agatha.
El primero de ellos devastó la zona en octubre de 1997, y a éste le siguieron tres grandes meteoros más. Del más reciente aún no terminan de recuperarse: "Ahorita con el fenómeno del huracán tuvimos que cerrar como 15 días para que pudiéramos limpiar de nuevo la laguna, el sendero, la isla donde tenemos nuestra Unidad de Manejo Ambiental (UMA). Eso llevó tiempo, lo bueno fue que se unieron muchas personas como voluntarios de otras comunidades que prestaron ayuda a Ventanilla para poder impulsar de nuevo el turismo y empezar a generar de nuevo recursos, porque de eso vive la gente, no tienen otra fuente de ingresos", destacó el cooperativista
El proceso de reforestación del mangle en la zona
Atanasio Martínez comentó que debido a los daños ocasionados en los manglares de Ventanilla en este tiempo, la cooperativa se ha organizado para poder reforestar la zona y tras el paso de Agatha no ha sido la excepción, pero aclara que ha sido de una manera particular.
Los cooperativistas, entre ellos Atanasio, decidieron implementar un proyecto de reforestación para el rescate del mangle, para ello se han capacitado ya que "sembrar un árbol de mangle no es como sembrar un árbol de pino tropical, tiene un método diferente", aclaró. El resultado ha sido notorio y tanto él como el resto de la comunidad lo celebran:
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"Ha habido mayor supervivencia de los manglares, del mangle rojo y el mangle blanco, que son dos de los que predominan en esta laguna", compartió en la entrevista. "Después de este huracán que acaba de pasar se sigue con un programa rescatando nuestros manglares", explicó.
Martínez también indicó que al no contar a la fecha con ningún tipo de apoyo por parte del gobierno estatal o municipal para poder implementar un vivero de manglar, "lo estamos haciendo por nuestra parte y también a través del visitante".
"Adopta un Árbol", el proyecto con el que los turistas ayudan a reforestar
La manera en la que se lleva a cabo es mediante el programa "Adopta un Árbol", en el cual los turistas o visitantes hacen precisamente eso: adoptar un árbol, para ello tienen que pagar una cuota de 350 pesos que servirá para plantarlo y darle cuidados posteriores. "Ellos (los turistas) al dar ese recurso simbólicamente estarían sembrando un manglar, el cual lleva un proceso de extraer el sustrato que es el abono, de ahí rellenar la bolsita, extraer la semilla, regar la planta y una vez que tenga un tamaño como de un metro y 20 centímetros se puede llevar a la laguna para reforestar", detalló.
A partir de ese momento los cooperativistas dan seguimiento a su evolución y vigilan su crecimiento, al tiempo que le aplican lo que necesite para que vaya "creciendo sanamente por un periodo de 8 años, eso dura el seguimiento con el visitante. A partir de los 8 años se supone que el manglar ya crece solo", contó. Martínez aseguró que este programa se empezó a aplicar en noviembre del año pasado y cuentan con un técnico a cargo del mismo:
"Tenemos un técnico que está a cargo, es de la comunidad, es un joven que se fue a estudiar, se preparó y ahorita ya está como técnico forestal y él está de encargado de llevar el programa."
Cooperativistas buscan más apoyos
Atanasio Martínez destacó en la entrevista con El Heraldo Digital que se encuentran buscando apoyos con algunas fundaciones para poder invertir "en el tema del manglar y la reforestación del mangle", ya que si bien el programa "Adopta un Árbol" ha sido una iniciativa "de nuestra cuenta", desde el año 2000, cuando ejecutaron un programa de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), "no hemos tenido programas con temas de reforestación, lo hemos hecho por nuestra parte," refirió.
"El manglar es un árbol protegido bajo norma 059 y tiene otras condiciones de manejo. El programa va pegando suave y pretendemos que poco a poco se dé a conocer y vaya adquiriendo fuerza. Actualmente se le dice a la gente claro que estamos en trámites de permiso, no hay ningún permiso actualmente, en cuanto salgan pondremos en marcha la reforestación", explicó Martínez con detenimiento y enseguida profundizó en las razones por las cuales se encuentran en esta situación.
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"El año pasado con la autoridad estatal nosotros comenzamos a ver sobre los temas de permisos para hacer un monitoreo de la zona para ver las afectaciones y también qué área es necesaria para comenzar con la reforestación y arrancar con los temas de permisos para reforestar. Porque también es un problema: si tienes el deseo de reforestar pero no tienes los permisos, te va a caer la Profepa y te va a multar. Y los permisos para obtenerlos son también un trámite laborioso, lleva un proceso largo y hay que irlo viendo", contó el cooperativista.
Ventanilla, un espacio para la conservación de la flora y fauna
Las afectaciones en Ventanilla aún son visibles a 8 meses del paso de Agatha; los árboles de mangle secos se pueden apreciar en cada rincón de la laguna, como mudos testigos de la devastación generada por los fuertes vientos y el volumen de agua que provocó el meteoro:
"Los ríos crecieron mucho y eso hizo que echara al mar ganado vacuno y ovino (...) Hizo mucha erosión los ríos, se desbordaron, se metieron en terrenos de cultivo," recordó.
A finales de enero pasado, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) todavía se encontraba trabajando para dar un nuevo cauce al río Tonameca. El estuario es el que nutre al humedal en Ventanilla, noble y paradisiaco espacio que funge como el hogar de miles de especies de aves, mamíferos o reptiles, entre ellos cocodrilos e iguanas.
"También tenemos tortugas", destacó Martínez, quien recordó que hasta esta playa llegan a desovar cada año tres especies de quelonios: "la golfina, que es la más mediana, 'la prieta' y la laud, que es la más grande de todas las tortugas marinas."
Esta especie también es protegida por los cooperativistas, y ni hablar del resto de los habitantes de la comunidad: "También hacemos la conservación de la tortuga marina, protegemos los nidos, los traemos a zona de incuvación, a un corral donde hay un criadero en donde nacen. Después se liberan en la playa de Ventanilla con los visitantes, un trabajo que también es voluntario", refrió el Secretario del Consejo.
Así es como subsiste la comunidad y se conservan las especies
Martínez contó que es gracias al recurso generado por los visitantes y turistas como pueden mantener no solo su cooperativa, también conservar el humedal: "Se genera un ingreso por hacer los tours (a la laguna), también la liberación de tortugas genera un recurso y de ahí es como se mantiene para sustentar a las familias y para seguir impulsando el proyecto."
Un proyecto que da de comer a toda una comunidad de 180 personas: "Hay muchos empleos que se generan indirectos, personas que tienen la tienda de artesanías, los que venden comida, el coco. Más o menos el 90 por ciento de la comunidad vive del turismo que llega", enfatizó.
Se requiere "empezar a trabajar en el tema de reforestación": Martínez
En este punto se le preguntó a Atanasio cuál sería la principal petición por parte de los cooperativistas al gobierno de Salomón Jara Cruz, quien se desempeña como gobernador de Oaxaca desde el pasado 1 de diciembre.
"Se pide el apoyo para poder empezar a trabajar en el tema de reforestación, ya que todo quedó devastado", apuntó. Enseguida aseguró que lo primero en esta comunidad, el tema de mayor relevancia, es la naturaleza, ya que es gracias a ella que pueden "tener todo. Porque si no hay árboles, si no hay manglares, esta laguna llegaría a secarse, por eso es importante que se consigan esos permisos", refirió.
Finalmente, Martínez destacó la importancia de contar con mano de obra para realizar la limpieza de ciertas zonas de Ventanilla y así poder darle mejores condiciones a las especies para sobrevivir:
"Es importante también que se vea el tema de los recursos para poder tener más mano de obra en cuestión de reforestación y también un poco de limpieza de la laguna porque los canales aún siguen tapados por el huracán: quitar todos esos árboles caídos. Es importante limpiar para que también haya salida del agua y puedan navegar mejor los cocodrilos y puedan tener un mejor ambiente las especies."
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