Luego del asesinato de 11 jóvenes ocurrido en Salvatierra, Guanajuato, la madrugada del domingo 17 de diciembre al interior de la exhacienda de San José del Carmen, los administradores del lugar decidieron cerrar el recinto de forma permanente a las visitas turísticas y los eventos sociales.
La hacienda, que es la más antigua existente en Guanjuato, destaca por sus elementos arquitectónicos característicos, entre los que se encuentran los monumentales arcos y sus largos pasillos. Y aunque el deterioro del recinto ubicado a nueve kilómetros de la cabecera municipal, por su magnificencia deja entrever que fue una de las más importantes en la región del Valle de Huaitzindeo.
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Frailes comenzaron su construcción
El inmueble, cuya construcción comenzó en 1648, ha sido objeto de leyendas entre los habitantes de la región, pues debido a que a lo largo de los siglos fue habitada por miles de personas, las leyendas aseguran que en el lugar penan almas que no han encontrado descanso.
Los registros más antiguos indican que fueron frailes carmelitas quienes comenzaron a construirla en los terrenos que recibieron como encomienda para edificar un convento. En los próximos años los religiosos recibieron donaciones de terrenos y realizaron la compra de otros más para ampliar la propiedad, a la que le dieron el nombre de San José del Carmen en honor a su orden. Destaca por ejemplo la compra de 15 caballerías (una unidad de medida utilizada en el Imperio Español, que equivale a unos 1,858 metros cuadrados cada una) que realizaron a una mujer de nombre doña Josefa de Bocanegra.
Venta por 14 mil pesos y regreso a sus antiguos dueños
Pese a la ampliación, apenas unos años después, en 1664, los frailes vendieron la propiedad por 14 mil pesos a Don Nicolás Botello, quien en vida se encargó de ampliarla aún más. Ya en el siglo XVIII, los herederos de Botello, supuestamente endeudados, decidieron vender nuevamente la hacienda a sus antiguos dueños, los frailes de Convento del Carmen de Salvatierra, según consta en un contrato fechado el 24 de noviembre de 1729.
En 1857 la propiedad fue adquirida por Maximino Torres y M. Zamudio, quienes no pudieron saldar la totalidad de su valor y el lugar fue nuevamente rematado a favor de Manuel Godoy, quien la retuvo por sólo 12 años, hasta 1872, cuando la vendió a Francisco Llamosa, un aventurero español del que se dice que lideraba una banda de ladrones.
Ampliaciones obligaban a contar con presas
Las ampliaciones al terreno, que continuó cambiando de manos en los próximos años, no dejarían de realizarse, por lo que llegó a contar con 12 mil 273 hectáreas de extensión, lo que la obligaba a tener dos presas para la retención de agua que permitiera la supervivencia en tiempos de sequía.
Fue hasta 1920 cuando la propiedad fue repartida entre peones y antiguos trabajadores, llegando a su fin la extensa propiedad.
Sede de Señorita Guanajuato y campamento para turistas
Lo que sobrevivió de la hacienda, entre lo que se cuenta la casa principal, la capilla, graneros y la barda perimetral pasó a ser propiedad de Ernesto Rosas.
De acuerdo con una publicación realizada por la revista México Desconocido en octubre de 2001, aunque la familia del dueño visitaba habitualmente la propiedad, también realizaba su préstamo para eventos. Por ejemplo, en 1995 fue sede del evento final del Certamen Señorita Guanajuato y en 2008 fue usado como campamento para asistentes al festival Marquesada que todos los años se celebra en el municipio.
¿Qué ocurrió en la exhacienda?
"De acuerdo a los establecido, un grupo de personas, llegaron al lugar de la convivencia, por lo que varios de los asistentes que se encontraban en el evento les pidieron que se retiraran y ante ello se retiraron, pero posteriormente regresaron acompañados de otro grupo de personas que portaban armas de fuego y fue en ese momento que comenzaron a disparar contra los presentes", se lee en el documento oficial compartido por las autoridades, que detallan haber encontrado elementos balísticos de siete armas distintas.
A través de Facebook, los administradores de la exhacienda informaron que la propiedad no volverá a estar abierta a recorridos, por respeto a las víctimas de la masacre y sus familias.