VIOLENCIA EN MÉXICO

Mayra torturó a su mamá en venganza por una vida de maltratos y ahora estará en prisión 75 años

En la cárcel ha tenido un cambio radical, incluso personó a su madre por toda la violencia que vivió durante la niñez

NACIONAL

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Mayra sufrió violencia durante su niñez, y solo quería venganzaCréditos: Penitencia / Saskia Niño de Rivera

El día que Mayra llegó a la cárcel, fue acusada por el secuestro de su propia madre y la tortura de la misma. Tenía menos de 25 años, pero toda su vida sufrió un entorno de violencia, de injusticias y de carencias que la orillaron a refugiarse en las adicciones, o a buscar dinero en el mundo criminal, razón por la que pasará 75 años en prisión.

De acuerdo con lo que contó la propia Mayra en una entrevista con Saskia Niño de Rivera para el podcast Penitencia, es una joven que desde antes de nacer, sufrió del rechazo de su madre, quien hizo todo lo posible por abortar de manera poco seguro. Utilizó drogas, alcohol, entre otras sustancias para que aquello sucediera, pero terminó en el hospital con reacciones que pusieron su vida en peligro, y fue medicada en un psiquiátrico.

Mayra contó su historia en YouTube. Crédito: Penitencia / Saskia Niño de Rivera

Mayra enfrentó una infancia llena de violencia 

Al nacer, fue inmediatamente entregada con su padre y con sus abuelos, pero su papá terminó encerrado por un delito montado de presunto robo de automóviles que no cometió, mientras que su madre la vendió a unas personas extranjeras que intentaron sacarla del país, pero fue oportunamente rescatada por sus abuelos.

Desde muy temprana edad y gracias a su padre y madre, conoció las drogas y el alcohol. También abandonó la escuela por decisión propia, pero su vida dio un giro inesperado cuando su madre cayó en el penal de Neza Bordo un día después de la primera comunión de Mayra, quien entonces tenía 11 años.

Entonces, su madre comenzó a tener un trato más cordial, pero le dijo ideas falsas en contra de su padre. Le dijo cosas malas de él, y la influyó al grado de que Mayra estuvo cerca de quitarle la vida al señor, pero se arrepintió y abandonó su casa para empezar a vivir en las calles, dormía en un parque con otra de sus primas y ambas limpiaban parabrisas para sobrevivir. Su abuela intentó darle una lección, la golpearon, torturaron e incluso optaron por quemarle sus partes íntimas.

Crédito: Google Maps

Las drogas y la prostitución llegaron a su vida a través de su madre

Cuando su mamá salió de prisión a los tres años, se acercó con Mayra y se la llevó; pensando en que todo sería diferente, se encontró con una realidad muy diversa, empezando por el hecho de que la negaba como su hija frente a los hombres, y la orillaba a probar drogas, específicamente la piedra. Tenía quince años cuando la probó por primera vez en un motel, pero salió mal. Ella amenazó a su madre con un cuchillo, mismo con el que le intentó abrir la garganta en medio de su "viaje", solamente para obtener más droga.

Contó que su madre también le enseñó a prostituirse, que es la forma en que ganaban dinero, además de convertirse juntas en narcomenudistas por varios meses, pero Mayra escaló en la organización, hasta que se convirtió en una de las jefas de la zona. Gracias a ese trabajo empezó a tener lujos, conoció a un hombre de quien se enamoró, quien también era parte de la banda que cometía delitos, y fue quien la metió al mundo de los asesinatos con un cartel peligroso. 

Sumida en la violencia llegaron peores capítulos a su vida. Este hombre embarazó a dos mujeres al mismo tiempo, razón por la que Mayra pagó para que mataran a la amante del hombre. Aseguró que la obsesión la orilló a cometer ese crimen. Incluso se burló del sujeto por la muerte. Ahí vivió violencia, era golpeada, la drogaban, y abandonaron al cartel para convertirse en ladrones. Cuando nació su hijo, un día decidió irse, cuando la violencia escaló a un intento de feminicidio. La policía intercedió por su reporte de secuestro, pero no sucedió nada más.

Mayra está actualmente presa en el penal de Neza, cumplirá una sentencia de 75 años. Crédito: Cuartoscuro

Mayra escapó de una relación violenta y recuperó a su hijo

Su siguiente  movimiento para sobrevivir fue entrar a los servicios de damas de compañía. Tenía que mantener a un niño, pero estaba en la calle y no tenía nada ni nadie que la apoyara. También se dedicó al robo, siguió consumiendo alcohol, e incluso maltrató al niño, pues veía en él reflejado a su padre irresponsable, quién se fue de su vida. 

Un día entraron a su casa unos sujetos para secuestrarla, todos ellos comandados por su propia madre. La amarraron, le ataron los ojos y la trasladaron a otro lugar. Al llegar al destino, estaba en una casa de mucho lujo, casi una mansión, donde sufrió violencia sexual por parte de cuatro personas. Fue una niña que también estaba ahí quien le ayudó a escaparse, le dio 100 pesos y regresó a su casa en Neza, en busca de su hijo.

Su madre desconocía de su escape, y por coincidencia se encontraron en el mismo lugar, y con un tolete de policía la golpeó, la quemó, y le aplicó diversas técnicas de tortura que le causaron una fractura craneoencefálica, le abrió las plantas de los pies con un objeto punzo cortante, entre otras cosas. Incluso amenazó de muerte a su madre, supuestamente por todo lo que hizo, pero se trabó la pistola, no pudo dispararle.

Mayra se encontró a su madre en el penal de Neza. Crédito: Cuartoscuro

Mayra fue detenida por torturar a su madre, pasará 75 años en prisión 

Luego se fue a la farmacia para comprar cosas para curarla, pero la dejó amarrada, y la detuvieron en la calle por una revisión y la llevaron ante un juez cívico. El sujeto que iba con ella la delató, y las autoridades fueron por su madre, y la acusaron de haberla tenido secuestrada, además de los abusos. Su familia le inventó también varios cargos como el cobro de un supuesto rescate. Ahora su sentencia es de 75 años en prisión, debido al parentesco que tiene con la víctima.

Mayra asegura que la cárcel le ha cambiado la vida. Ahora sabe hacer muchas cosas que nunca aprendió a hacer como limpieza y etcétera. Además, reveló que su padre, quien tuvo un cambio de 180 grados en su vida, se quedó con el niño, quien ahora tiene 10 años, estudia, es muy bueno en la escuela y saca buenas calificaciones, además de que toma terapia psicológica desde que ella entró a prisión.

Su madre está libre, pero un día cayó en la misma prisión que ella por venta de drogas, y logró verla, pero tenía una vida bastante parecida, sumida en el mundo de las drogas, además de un aspecto muy diferente, precisamente por sus adicciones. Gracias a una terapia que tuvieron juntas, se perdonaron, razón por la que Mayra desistió de matarla.