Sergio Villarreal, alias "El Grande", fue el primer testigo en el juicio de Genaro García Luna. El antiguo colaborador del Cártel de Sinaloa y el Cártel de Juárez sentenció que el exfuncionario de la administración de Felipe Calderón tuvo nexos con el crimen organizado desde hace más de 20 años cuando fue director de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) durante la gestión de Vicente Fox.
A García Luna se le acusó directamente de formar parte de la organización que controlaba Joaquín Guzmán Loera "El Chapo" y de recibir sobornos millonarios. “Con ayuda del Gobierno, el cartel creció en cuanto a territorio, en la cantidad de drogas que movíamos y eliminó a sus enemigos”, declaró desde la corte de Brooklyn.
Villarreal, que se ganó su apodo por su altura de más de 2 metros, declaró que fue policía de Torreón cuando sostuvo reuniones con García Luna como titular de la AFI. "El Botas Blancas", Arturo Beltrán Leyva, líder de los Beltrán Leyva, era quien le entregaba personalmente los sobornos. “Los pagos crecieron conforme creció el cartel y sin ese apoyo hubiese sido prácticamente imposible”, dijo.
De acuerdo con el testimonio, Beltrán Leyva entregaba cada mes sobornos que ascendían al millón o millón y medio de dólares entre 2001 y 2006. Presuntamente los miembros del Cártel de Sinaloa recogían a García Luna en el estacionamiento de Perisur, un centro comercial de la CDMX, para llevarlo a la oficina del grupo criminal para negociar los acuerdos.
¿Quién es "El Grande"?
"El Grande" fue un agente de la PGR y de la Policía Ministerial del estado de Coahuila. Construyó redes con el narco desde 1995, cuando era uniformado de Torreón y era considerado como uno de los líderes del Cártel de Juárez.
Villarreal había desbancado a Vicente Carrillo Fuentes tras la muerte de Amado Carrillo Fuentes, conocido como "El Señor de los Cielos". Estableció su control en el estado de Durango. Este lugarteniente del cártel de los Beltrán Leyva fue capturado por la Sedena; el gobierno federal ofrecía 30 millones de pesos a quien diera información sobre su paradero.
Durante la llamada "Guerra contra el Narco" protagonizó un conflicto con Los Zetas, grupo criminal que asesinó a su primera esposa. En su audiencia señaló que García Luna y su compadre Luis Cárdenas Palomino habían colaborado con el Cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva.
Cómo se unió al Cártel de Juárez
Durante su participación en el juicio, "El Grande" reveló la forma en la que se unió a las filas del extinto Cártel de Sinaloa, comandado por Amado Carrillo Fuentes, conocido como "El Señor de los Cielos". El capo mexicano contó que luego de abandonar la Facultad de Derecho y se unió a las filas de la policía federal.
En sus inicios como uniformado era considerado como un elemento "recto" y que deseaba hacer las cosas "por la derecha", sin embargo, el poder del crimen organizado alcanzaba todas las filas para hacerse más fuerte en todas sus líneas. La historia dice que "El Grande" estaba supervisando un retén de carretera en Chihuahua cuando llegó el fallecido narcotraficante.
“Unas camionetas se detuvieron un día en el retén y se bajaron personas armadas que vestían uniformes como los nuestros", declaró ante Brian Cogan
Villarreal reveló que el hombre que estaba vestido como judicial era Carrillo Fuentes, quien se bajó de sus vehículos y acompañado de sus hombres le apuntó con sus armas. "O te alineas con nosotros o te largas’. aquí.", sentenció.
¿Quién era "El Señor de los Cielos"?
Según datos de la DEA, Amado Carrillo Fuentes llegó a tener una fortuna de 25 mil millones de dólares. Era el líder del Cártel de Juárez y tenía el poder de traficar cantidades enormes de "oro blanco" a Estados Unidos. En el mundo del narco todos se conocen y "El Señor de los Cielos" no estaba exento, ya que conocía muy bien a Ernesto Fonseca Carrillo, alias "Don Neto", quien era su tío y le enseñó muy bien el negocio de la marihuana.
Poco a poco fue creciendo, se hizo de un nombre y hasta creó relaciones de trabajo junto a la leyenda colombiana Pablo Escobar, líder del Cártel de Medellín. Su apodo viene de su pasión por los vehículos aéreos, los cuales utilizaba para uso personal y para pasar toneladas de droga.
Como toda leyenda su muerte está rodeada de misterio y anécdotas para la historia. Los informes del gobierno comentaron que el líder se sometía a una cirugía estética, únicamente por vanidad, sin embargo, durante el proceso quirúrgico se pasó de dosis de sedante por lo que complicó todo, además de que el consumo frecuente de cocaína le ocasionó problemas de corazón y mientras lo iban a intervenir sufrió un infarto.
Cuando se filtraron fotografías del criminal en el ataúd entraron incógnitas sobre por qué tenía barba si la supuesta cirugía sería reconstrucción facial y una liposucción, además de que Jaime Olvera Olvera, cercano al “difunto” aseguro que no era cadáver del capo y a pesar de que él era testigo protegido fue ejecutado en 1998.
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