A 5 AÑOS DEL 19-S

Sismo 19 de septiembre: Las heridas abiertas en la CDMX y las historias que quedaron marcadas por el terremoto

La pandemia y la espera provocó que muchas personas no conocieran su nuevo hogar

NACIONAL

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Héctor Toledo, uno de los habitantes del Multifamiliar Tlalpan.Créditos: Antonio Nava, El Heraldo de México

Eran las 13:14 de la tarde de aquel martes 19 de septiembre cuando la Ciudad de México se detuvo; durante casi minuto y medio un sismo de 7.1 de intensidad cimbró el centro y sur del país, dejando los peores daños en los estados de Morelos, Puebla y la capital mexicana.

El terremoto se producía justo el día en que se conmemoraba el 32 aniversario de los sismos de 1985 y tan solo un par de horas después de que se hubiera realizado de forma "exitosa" el simulacro nacional a las 11 de la mañana. Una vez que las nubes de polvo se fueron disipando en diferentes zonas de la capital mexicana, quedaron a la luz los graves daños que esta nueva catástrofe había dejado como registro.

De nueva cuenta la CMDX mostraba una estampa de destrucción, dolor, caos y desasosiego entre la población, aunque también la tragedia trajo consigo de nueva cuenta una ola de solidaridad entre los mexicanos ya vista en anteriores momentos. El terremoto dejó 370 muertos y 7 mil 289 heridos, además de miles de personas damnificadas y edificios caídos.

El movimiento telúrico se pudo sentir en Morelos, Puebla, Ciudad de México, Tlaxcala, Estado de México, Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Michoacán y Veracruz. Sin embargo fue en la CDMX en donde los daños cobraron mayores dimensiones y fue palpable notar el fuerte impacto que dejó el fenómeno natural. A partir de entonces inició un proceso de reconstrucción o rehabilitación de muchos de los inmuebles derribados o afectados por el sismo, el cual aún no ha concluido.

El edificio C-1 del Multifamiliar Tlalpan colapsó en el sismo

Uno de los 10 edificios del Multifamiliar Tlalpan colapsó aquel 19 de septiembre.

Héctor Toledo, uno de los habitantes del Multifamiliar Tlalpan, recordó en entrevista con El Heraldo de México cómo fueron los primeros momentos de aquella tarde en la que su vida dio un giro radical y en cuestión de segundos se quedó sin un hogar, luego que el conjunto habitacional se viera seriamente afectado por el terremoto de aquel 19 de septiembre.

Aquel día uno de los 10 edificios que lo constituyen colapsó sepultando consigo vidas, historias y sueños: "Yo me encontraba en mi trabajo y ante el evento del sismo me trasladé a la Unidad Habitacional Tlalpan que es donde vivo, ya habíamos sabido por algunos familiares que uno de los edificios había colapsado, el edificio 1-C de seis plantas y 40 departamentos; y llegamos cuando estaban empezando los rescates entre los escombros", narró.

Rescatistas buscan supervivientes en el edificio C-1 tras venirse abajo debido al terremoto del 19 de septiembre. FOTO: Cuartoscuro

Este conjunto habitacional fue construido en 1957 por lo que era la Dirección de Pensiones y se encuentra ubicado a un costado de la Avenida Tlalpan y la Calle Álvaro Gálvez y Fuentes, en la alcaldía Coyoacán. Está conformado por 500 departamentos en donde vivían al menos dos mil personas, mismas que desde los primeros minutos después del sismo se quedaron sin su patrimonio.

"Lo que hicimos primero fue asegurar papeles, documentación, ropa, porque vimos que iba para un largo plazo la situación (...) Llegaron una gran cantidad de voluntarios, ya para la tarde-noche eran unas cinco mil personas las que estaban ahí", recordó Héctor Toledo, Ingeniero Civil de profesión.

Desde aquella tarde se comenzaron a instalar campamentos en la cancha de basquetbol de la unidad, así como en un parque que está enfrente y una escuela primaria que se ofreció como albergue. "La gente empezó a tender lonas y tiendas de campaña para pasar la noche porque había una gran incertidumbre con respecto a los otros edificios. Había colapsado uno y no se sabía el estado de los otros, además que había fugas de gas. Esta situación nos preocupó y nos organizamos al día siguiente", recordó.

En e lC-1 murieron 9 personas, entre ellas menores de edad. FOTO: Cuartoscuro

La Asamblea que fue convocada al siguiente día devino en el surgimiento de una organización sólida, conformada primero por todos los vecinos del Multifamiliar, que fue la responsable de gestionar ante el Gobierno de la CDMX los recursos para poder comenzar con el proceso de reconstrucción de uno de los edificios, el C-1 que colapsó, así como la rehabilitación de los otros 9 que quedaron seriamente afectados en su infraestructura. 

El nacimiento de la Asamblea y el inicio de los dictámenes

Fue hasta 15 días después del sismo, aproximadamente, que terminaron los rescates en el conjunto habitacional: "Falleció un trabajador de la PROSOC (Procuraduría Social) que estaba dando mantenimiento y 8 vecinos más; 18 vecinos fueron rescatados con vida", contó Toledo. Una vez que terminó el proceso de los rescates "la alcaldía se tardó mucho tiempo en presentarse, el Gobierno central mucho más todavía y el Gobierno federal jamás se apareció", declaró.

18 personas fueron rescatadas con vida de entre los escombros del edificio. FOTO: Cuartoscuro

El ingeniero aseguró que en los días siguientes la Asamblea de vecinos encaró al alcalde de Coyoacán, en aquel entonces Valentín Maldonado, a quien le exigieron soluciones; conocer cuál era su plan de trabajo, sin embargo, estaba rebasado. "La Asamblea poco a poco fue generando vínculos con otros predios de otras alcaldías que tuvieron daños, o de la misma alcaldía, ya para entonces la organización estaba dando frutos," contó.

Fue en el mes de noviembre cuando tuvieron los primeros dictámenes, continuó: "No eran dictámenes bien elaborados, equivocados por parte de un director responsable de obra". Toledo destacó que fue hasta junio de 2018 cuando los vecinos lograron conseguir el recurso mediante un fideicomiso para la reconstrucción: 

"El Gobierno de la administración pasada (Miguel Ángel Mancera era el Jefe de Gobierno) contrató los estudios de ingeniería para revisar los edificios, se encontró que necesitaban ser reforzados. Se reforzaron a partir de 2018 y en octubre de ese año empezaron las obras de reforzamiento", explicó.

"Fue un proceso muy largo, nos tocó la transición del Gobierno, se entregó el recurso para la construcción, pero el Gobierno nos dejó a los administradores de los edificios el recurso para que nosotros pagáramos a las empresas," relató Héctor.

Imagen aérea del Multifamiliar Tlalpan el 18 de septiembre de 2018. FOTO: Cuartoscuro

La reconstrucción del Multifamiliar

Las obras comenzaron a principios de octubre de 2018 y la rehabilitación del primer edificio quedó terminada en noviembre de 2019, mientras que las del edificio C-1 concluyeron en febrero de 2020. Éste fue construido por el Instituto de la Vivienda de la Ciudad de México (Invi) y consta de 40 departamentos. Otros 9 edificios que no requirieron ser demolidos se rehabilitaron y se reforzaron desde la cimentación. En números redondos se invirtieron 350 millones de pesos, incluyendo la reconstrucción del Invi, destacó Toledo.

Vecinos del Multifamilar días después del terremoto. FOTO: Cuartoscuro 

En el caso del C-1, "este edificio de seis niveles estaba desplantado originalmente sobre unos marcos rígidos de concreto en la planta baja, que era un tipo andador que después fueron utilizados como locales, pero la zona habitacional era del primer nivel hacia arriba. Lo que pasó en el edificio, es muy diferente al resto del Multifamiliar: en posición, en estructura y prácticamente los muros de carga fallaron y colapsó sobre sí mismo, provocando la muerte de 9 personas y se logró, afortunadamente, el rescate de 18 más con vida", recordó.

Héctor recuerda que una vez que se entregó el C-1 continuó la rehabilitación de los otros 9: "Ningún edificio quedó atrás, tanto los que se reconstruyeron como los que se rehabilitaron en el mismo proceso para que todo regresara lo más posible a la normalidad y un poco mejor." El último de los inmuebles rehabilitados se entregó en marzo de 2020, justo unos días antes del inicio de la pandemia de Covid-19, y fue así que al menos 500 familias pudieron, después de dos años y medio, regresar a habitar sus viviendas.

El conjunto habitacional durante su rehabilitación. FOTO: Cuartoscuro

No obstante, hay que destacar que no todas las personas volvieron: "En este proceso (de reconstrucción y rehabilitación) fallecieron 30 vecinos, de enfermedades, de problemas que ya traían de por sí o se agravaron, ya no pudieron regresar. Y en la pandemia tuvimos 19 fallecidos, de los cuales 14 fueron por el Covid-19. Ha sido una situación muy complicada. No se ha tocado mucho el tema de la salud mental de los afectados de toda la comunidad. Se debería tomar atención", reflexionó Toledo.

¿Por qué cayó el C-1 del Multifamiliar Tlalpan?

Al ser cuestionado acerca de los posibles motivos que llevarían al colapso del edificio C-1 del Multifamiliar Tlalpan Héctor Toledo enumeró algunos puntos: "Se tienen diversas hipótesis sobre el colapso del edificio 1C, diseñado con el reglamento de construcción de 1942, lo cierto es que fue un conjunto de factores que influyeron como su antigüedad; relación de esbeltez, al ser un edificio muy angosto, con un ancho de 6 metros y de alto más de 15 metros (el más alto del Multifamiliar), y de largo 54 m, sin junta constructiva", explicó.

En el Multifamiliar se invirtieron 350 millones de pesos para su rehabilitación. FOTO: Cuartoscuro

Toledo indicó además que la posición del edificio también influyó: "Estar construido sobre una estructura bastante rígida en la planta baja, un andador de oficinas con columnas y trabes de concreto, que quedó en pie, por eso se consideró colapso parcial. Pero con muros de carga en el resto del edificio sin marcos rígidos; y su orientación de oriente a poniente en posición perpendicular al viaje de las ondas sísmicas de sur a norte. Esta orientación del edificio, lo distinguía del resto del conjunto habitacional. Sin duda, la cercanía con el epicentro del sismo del 19, con respecto a la lejanía del sismo del día 7 (de septiembre de 2017), fue una diferencia sustancial, aunque la intensidad de este último haya sido mayor", declaró.

A diferencia de los vecinos de Toledo, aún existen muchas personas que perdieron sus viviendas en el terremoto del 19 de septiembre y que hasta la fecha, a cinco años de la tragedia, no han podido ver el inicio de las obras de reconstrucción de sus inmuebles.

El reconstruido edificio C-1. FOTO: Antonio Nava / El Heraldo de México

"Hay mucho damnificado que no ha recibido aún su vivienda, llevan un año o dos en proyecto ejecutivo o sin estudios. Por una parte la presión (hacia las autoridades) y la organización que tuvimos nosotros fue alta; hay otros predios menos visibles, edificios de 6, 8, 10 o 12 departamentos, muy poco visibles o muy adentro de las colonias", explicó.

Destacó además la unidad y organización que mostraron los habitantes del Multifamiliar para que sus exigencias pudieran ser atendidas, algo que quizá faltó en otros inmuebles dañados: "La otra también, la división interna o la falta de organización entre los habitantes de los condominios. Otros no han podido regresar por problemas burocráticos, por cuestiones empresariales de las constructoras que no terminan de hacer los proyectos ejecutivos, o temas de la Comisión de Reconstrucción que también tardan tiempo en responder", reflexionó.

La cancha de básquetbol en la que se instaló uno de los campamentos de damnificados. FOTO: Antonio Nava / El Heraldo de México 

Los daños en la Calle de Morena 607

Alberto Neri es otro de los damnificados que también perdió su hogar aquel martes 19 de septiembre y que hasta la fecha no ha podido volver ya que incluso todavía no han comenzado los trabajos de reconstrucción del inmueble en donde vivía junto a otras 16 familias, un total de casi 50 personas.

En el edificio 607 de la calle Morena habitaban al menos 16 familias. FOTO: Alberto Neri

Aquella tarde se encontraba en su departamento, ubicado en el 607 de la calle Morena, colonia Narvarte, alcaldía Benito Juárez. Alberto vivía en el sexto piso y en entrevista con El Heraldo de México contó cómo fueron ocurriendo los instantes inmediatos al temblor:

"Después del susto por la fuerza del sismo tuve que batallar para salir ya que cayó un mueble bloqueando la entrada, después escuché gritos afuera diciendo que eran personas de Protección Civil, pidiendo que saliéramos de inmediato y al bajar del edificio, que estaba a oscuras, me encontré a todos mis vecinos en la calle reunidos enfrente del edificio", recordó.

"Estábamos discutiendo qué hacer en ese momento, pasaron varias horas hasta que nos informaron que ya no podíamos regresar y cada quien buscó en dónde pasar la noche", explicó. A partir de entonces "algunos de nosotros empezamos a buscar comunicarnos con otros damnificados para hallar en forma conjunta cómo resolver nuestros problemas. Poco a poco fuimos encontrando los caminos y formamos una organización en toda la Ciudad de damnificados y hasta el momento esta organización mantiene comunicación cotidiana con las autoridades del Gobierno de la Ciudad en la búsqueda de que se nos regrese nuestra vivienda", detalló.

Aspecto de los daños y afectaciones en el edificio. FOTO: Alberto Neri

Fue así como Alberto y sus vecinos comenzaron a vincularse y organizarse con damnificados de otras delegaciones: "Así se fue conformando un grupo que llamamos Damnificados Unidos de la CDMX, entre ellos estaba el multifamiliar Tlalpan, gente de Villa Centroamericana, de la colonia Narvarte, de la colonia Cuauhtémoc, de Iztapalapa, de varias partes de la ciudad", relató.

Tanto Alberto como sus vecinos se encuentran esperando a que inicie la reconstrucción de su edificio. FOTO: Antonio Nava / El Heraldo de México 

Desde aquel 19 de septiembre pasaron tres años en que el edificio estuvo deshabitado, después, hace aproximadamente dos, se demolió. Por lo que hasta ahora tanto Alberto como sus vecinos se encuentran esperando a que dé inicio la reconstrucción del inmueble: "Espero que ya no tarde mucho y que este mismo año ya empecemos con eso, porque ha sido un proceso largo, complicado, por los ajustes que se han venido haciendo", concluyó.

En Vértiz 1233 llevan 5 años esperando la reconstrucción

Héctor de la Cueva, otro de los damnificados por el terremoto, recordó que a las 13:14 horas de aquel martes 19 de septiembre se encontraba tramitando su pasaporte en el edificio de Relaciones Exteriores que está ubicado en la Avenida Insurgentes:

"Estuve en el simulacro que se hizo poco antes de la 1 de la tarde en donde todo salió perfecto, pero exactamente ese día poco después vino el terremoto y nada funcionó como debería. Todos salimos corriendo, haciendo las cosas que se supone no debería hacer uno, pero el pánico se apoderó de toda la gente que estaba ahí", narró.

El edificio de Vértiz 1233 se encontraba ubicado entre las calles Matías Romero y Pilares. FOTO: Héctor de la Cueva

Explicó que después de salir del edificio comenzó a enterarse de lo que había pasado en otras partes de la CDMX y del país y se percató que "no funcionaba nada" y que "todo era un caos". Por ello decidió irse caminando hasta su casa, un departamento ubicado en el edificio de Vértiz 1233, situado entre las calles Matías Romero y Pilares, colonia Letrán Valle, en la alcaldía Benito Juárez

"Llegué caminando a mi casa y desgraciadamente me encontré con que mi edificio estaba seriamente dañado. Junto con otros vecinos que llegaron en ese momento tomamos la decisión arriesgada de entrar para rescatar lo que se pudiera. Subí por las escaleras destruidas hasta nuestros departamentos; todo con grandes grietas, todo tirado, roto, quisimos sacar algunos valores, un poco de dinero que había ahí, algunos documentos importantes y salir corriendo porque no sabía uno si iba a haber una réplica o si el edificio iba a colapsar, porque estaba muy dañado", contó.

La demolición del edificio de Vértiz. FOTO: Héctor de la Cueva

De la Cueva explicó que poco después llegaron elementos de la Secretaría de Protección Civil y clausuraron el edificio por los daños que tenía, momento en el que "nos dimos cuenta que habíamos perdido nuestra vivienda", recordó. "Así empezó una larga travesía por lo que era un caos la ciudad, porque damnificados, ciudadanos y autoridades no atinábamos muy bien qué hacer. Nos fuimos enterando de peores tragedias, de edificios colapsados," y fue entonces cuando se comenzaron a organizar para ayudar a otros vecinos en peores condiciones.

Comenzó la organización en la búsqueda de soluciones

De la Cueva declaró en entrevista cómo fue que él y sus vecinos comenzaron a buscar apoyos para recuperar sus casas: "Así comenzó esa historia interminable de los primeros meses donde la tragedia nos inundó a todos. Fueron meses muy difíciles en el caos y en la incertidumbre. Hasta que empezamos a organizarnos. Fuimos a todas partes a solicitar ayuda, a la delegación, al Gobierno central."

Aún no comienzan las obras de reconstrucción en el predio de Vértiz. FOTO: Héctor de la Cueva

Recordó que durante los primeros meses encontraron una respuesta inmediata de solidaridad con los ciudadanos, con los vecinos, y "una respuesta más o menos pronta del Gobierno, en términos de intentar entender la problemática de los damnificados, pero en realidad en ese momento el Gobierno de la Ciudad realmente no tenía una estrategia ni una política para atender los problemas de la reconstrucción", explicó.

Esto los llevó a organizarse entre damnificados y finalmente "construir espacios de coordinación para atender problemas comunes con el Gobierno de la Ciudad (...) Tuvimos que hacer muchas cosas además de tocar puertas, como la atención no resolvía nuestros problemas. Ya organizados con más vecinos de la (alcaldía) Benito Juárez, con damnificados de diferentes predios, fundamos la organización Damnificados Unidos de la Benito Juárez", destacó.

Héctor de la Cueva frente a la entrada del que era su edificio. FOTO: Especial

A partir de entonces comenzaron a tener pláticas y negociaciones tanto con la alcaldía como con el Gobierno de la Ciudad, solicitando que los apoyaran en la reconstrucción o reparación de sus viviendas: fue el inicio de un largo camino que aún continúa.

Los obstáculos en el camino a la reconstrucción

"Vamos a cumplir 5 años y en mi predio simplemente no hay nada, ni siquiera ha empezado la obra de reconstrucción, nos hemos pasado estos años de promesa en promesa, sin que se cumpla lo que se prometió. Mi edificio lo habían considerado para rehabilitación, pero dado el tamaño de los daños el Instituto para la Seguridad de las Construcciones indicó que más que rehabilitación era un edificio que ameritaba ser reconstruido. La propia Comisión para la Reconstrucción nos convenció de ir por el camino de la reconstrucción con redensificación", detalló.

Las exigencias de cientos de damnificados en la CDMX siguen vigentes. FOTO: Cuartoscuro

De la Cueva declaró que ha habido mucho burocratismo y muchos obstáculos en este camino por la reconstrucción, ya que incluso "en el caso de Vértiz 1233 tardó mucho para que pudieran demoler el edificio. (...) Si los estudios adicionales de suelo que se fueron haciendo se hubieran hecho desde el principio nos hubiéramos ahorrado un año o dos años para empezar la obra. Fuimos de estudio en estudio, retrasos por parte de la empresa proyectista, de obstáculos burocráticos por parte de la Comisión y así hasta nuestros días. Estamos por cumplir 5 años y todavía no se ha seleccionado una empresa para iniciar la obra, ni siquiera los cimientos", concluyó.

El día que la tierra se volvió a cimbrar

El sismo de aquel martes 19 de septiembre de 2019 ocurrió solo 12 días después del terremoto del 7 de septiembre, cuyo epicentro se localizó en el Golfo de Tehuantepec, entre los límites de Oaxaca y Chiapas. y que alcanzó 8.2 de intensidad. Aquella noche de jueves, en la que llovía en gran parte del país, los 25 millones de habitantes de la CDMX pudieron ser prevenidos gracias a que la alerta sísmica sonó en casi toda la metrópoli.

La ruptura del terremoto de 2017 ocurrió dentro de la placa oceánica de Cocos. FOTO: Especial

A diferencia de lo que ocurriría 12 días más tarde, cuando los altavoces no avisaron con anticipación sino hasta que la tierra ya se remecía con violencia. Aunque el terremoto del martes 19 tuvo una intensidad mucho menor que el que le precedió, los capitalinos lo sintieron con una potencia superior y no comprendían el por qué.

No comprendían el por qué de esta gran magnitud con la que lo sintieron ni tampoco la cantidad de daños que provocó. Nueve días después de la tragedia la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) publicó en su página web un artículo con el cual quiso dar respuesta a estas interrogantes.

Si bien los autores, investigadores del Instituto de Ingeniería de la "Máxima Casa" de estudios, recordaron que el sismo de 1985 liberó 32 veces más energía sísmica que el del 19 de septiembre de 2017, hicieron hincapié en que el epicentro fue muy lejano de la CDMX y bajo las costas del estado de Michoacán, a más de 400 km de la capital.

Un sismo muy cercano a la CDMX y otros factores

En el reporte se informó que la ruptura del terremoto de 2017 ocurrió dentro de la placa oceánica de Cocos (sismo intraplaca), por debajo del continente y a 57 kilómetros de profundidad, rupturas que se producen a profundidades mayores que los típicos sismos de subducción como el de 1985.

Espesor de la cuenca sedimentaria donde se encuentra gran parte de la CDMX. FOTO: Especial

"Los sismos intraplaca, de profundidad intermedia, se producen por esfuerzos extensivos a lo largo de la placa de Cocos", se explicó en el informe. No obstante, ¿por qué hubo tantos daños y afectaciones? 

"Uno de los ingredientes que usan los ingenieros civiles para calcular las estructuras de los edificios de la CDMX es la aceleración máxima (Amax) del suelo producida por las ondas sísmicas. En 1985, la Amax en Ciudad Universitaria (CU), que está en suelo firme (Figura 2), fue de 30 gal (1 gal = 1 cm/s2), mientras que la Amax del 19 de septiembre de 2017 fue de 57 gal. Es decir que el suelo en la zona cercana a CU experimentó una sacudida dos veces mayor que en 1985".

Localización de daños graves y colapsos durante el sismo del 19 de septiembre. FOTO: Especial

Aunado a los sedimentos blandos de los antiguos lagos que existieron en el Valle de México, y sobre la cual está edificada gran parte de la CDMX, los cuales provocan una enorme amplificación de las ondas sísmicas que, "probablemente, sea la más grande reportada en el mundo".

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