Por medio de la enseñanza de la elaboración y la ejecución de la flauta de carrizo, buscan preservar la tradición musical de la cultura zapoteca en el Istmo de Tehuantepec, principalmente entre niños.
Oaxaca es una de las entidades con mayor población indígena del país. De los más de cuatro millones 132 mil habitantes que tiene, 31.2 por ciento habla alguna lengua indígena.
Este martes se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que la ONU estableció en 1994.
La música zapoteca forma parte de las tradiciones de este pueblo, uno de los 13 que hay en la entidad.
Se ejecuta con una flauta de carrizo, caparazón de tortuga, cuernos de venado, bombos y tambores hechos de manera artesanal por los propios músicos, quienes, además, aplican un método práctico para la enseñanza de las notas musicales de cada una de las melodías.
Aunque no se sabe con precisión quiénes son los autores de las primeras piezas de este género, algunas de estas se le adjudican a Cenobio López Lena, un músico ciego, que aparece en el libro El Sur de México, de Miguel Covarrubias, a principios del siglo pasado.
Para continuar con la tradición, el DIF Municipal de Juchitán implementa un taller en el Centro Recreativo Infantil de la colonia Rodrigo Carrasco López, donde se le enseña a los niños la ejecución de estos instrumentos de la cultura zapoteca.
Las piezas musicales se han ido transmitiendo a las generaciones de manera empírica, por medio de la sonoridad de estas melodías.
CAR