Hasta lo imposible se puede transformar y en el momento en que lo logras, se abre por completo un mundo entero de posibilidades.
Esta es la filosofía de Haru Escárcega, una emprendedora y facilitadora de conciencia energética, que a sus 33 años se ha convertido en una referente de la resiliencia a través de la sanación.
Haru nos cuenta –en entrevista exclusiva– que desde muy pequeña ha afrontado distintas etapas que han marcado su vida, desde la separación de sus padres, hasta su diagnóstico por depresión clínica.
Sin embargo, esto no detuvo a la joven mexicana quien en búsqueda de un método de sanación, conoció una terapia llamada Thetahealing, la cual ha implementado en cada una de las sesiones que imparte.
Algunas de estas sesiones son a través de Haru Healing, un programa de seguimiento donde comparte varias herramientas energéticas con la finalidad de que las personas logren transformar su realidad mediante la energía.
Así mismo, cuenta con un espacio llamado Kokana, el cual –en sus propias palabras–, combina lo mejor de la parte física y la energética “en donde ayudamos a nuestros clientes a trabajar los músculos faciales para remodelar, descontracturar y relajar la cara y el cuerpo y así, aceptar y agradecer sin juzgar todo lo que somos para abrirnos a todas las oportunidades que el universo tiene para nosotros y abrir la consciencia para crear la vida que deseamos”.
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Este tratamiento –comentó– consiste en una parte facial donde preparan tu piel con una limpieza superficial para después dar un masaje descontracturante, y remodelador. De esta manera se trabajan todos los músculos de la cara y se evita la flacidez y las líneas de expresión. Al mismo tiempo, se activan las energías de facelift en donde se trabaja la parte energética que transforma y libera nuestros juicios y creencias limitantes”.
Al preguntarle sobre cómo contribuye la transformación energética al cuidado facial, Haru Escárcega señaló que “es importante cuidar de nuestro físico y vernos bien. Por eso nuestros tratamientos contribuyen a esa parte tangible y visual que al mismo tiempo nos hace sentirnos mejor internamente. Durante todos los tratamientos se activa toda la sesión la energía de facelift en donde trabajamos con creencias y juicios que nos han limitado a crear la realidad que queremos”.
Añadió que la ventaja es que al trabajar en nuestro interior y ser conscientes de las elecciones que tomamos sin miedos y juicios, se refleja automáticamente en nuestra expresión y nuestro físico.
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Carmen Villarreal, una historia de vocación, fortaleza y éxito