Miriam Vázquez se trasladó desde Huauchinango, hasta la capital de Puebla, en un viaje de más de 180 kilómetros para manifestarse por la desaparición de sus dos hijas y nieta, sustraídas por su expareja, Ramón "N", quien además cuenta con una demanda por violación.
La joven de 33 años acudió a la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla para exigirles a las autoridades que lanzaran una Alerta Amber, cuyo paradero desconoce desde que fueron sustraídas desde hace cuatro meses por el hombre de 48 años.
Asimismo, Miriam interpuso una denuncia junto a su hija Andrea, de 16 años, quien fue violada por Ramón "N", su padrastro cuando ella tenía 14 años, Sherlyn la bebé producto del ataque sexual también se encuentra con él.
Sus hijas Ximena de 8 años, Andrea de 16 y su nieta Sherlyn de 2 años fueron sustraídas el pasado 12 de marzo, desde entonces Miriam no ha sabido de ellas y teme que Ramón se las lleve a Estados Unidos, pues en algún momento se dedicó al tráfico de personas.
Cabe destacar que Ximena es hija de Ramón y Miriam, mientras que Andrea y Paola, una adolescente de 15 años quien no fue sustraída, son hijas de la relación anterior de Miriam, en tanto la bebé Sherlyn, es hija de Andrea y Ramón.
De acuerdo con Miriam, el hombre mantiene a las jóvenes en contra de su voluntad, a fin de que con esta acción, desista de la denuncia por violación, ya que ha intentado negociar el regreso de las menores.
En este contexto, la Unidad de Investigación de Huauchinango han revictimizado a Miriam al señalar que las adolescentes se encuentran con su padre, pese a no ser el padre de Andrea, por lo que tiene derecho de estar con ellas.
De igual forma, su solicitud de activar una Alerta Amber fue rechaza y le recomendaron iniciar la búsqueda de Sherlyn, Ximena y Andrea por su propia cuenta.
Colectivas feministas y la asociación civil Centro de Análisis, Formación e Iniciativa Social A.C. (CAFIS) han apoyado a Miriam, sin embargo, las autoridades no han actuado ante el caso de violencia vicaria.
¿Qué es la violencia vicaria?
El pasado 15 de julio se aprobó por unanimidad en el pleno del Congreso del Estado de Puebla castigar a quien cometa violencia vicaria con 2 años y medio a 10 años con ocho meses de prisión.
De esta forma, el concepto señala que: "Es todo acto u omisión intencional con el objeto de causar daño a la víctima a través de prejuicio, maltrato, descuido y/o manipulación de las hijas y los hijos, así como el daño o menoscabo del vínculo filial con la víctima. Es una manifestación de violencia por parte de quien mantiene o mantuvo una relación afectiva o sentimental de pareja con la víctima por si o por interpósita, la persona utiliza a las hijas o hijos de la víctima como instrumento para causarle daño”.
En este sentido, los diputados aprobaron tipificar como delito la violencia vicaria, como agravante de violencia familiar, y así, castigar con cárcel y multas de seis mil 350 pesos a quienes la cometan.
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