Cada año la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) instala aproximadamente 11 mil sistemas de captación de agua pluvial, como parte del programa Cosecha de Lluvia.
Ante las precipitaciones atípicas en la CDMX, las autoridades capitalinas buscan que más hogares capten, almacenen y usen el líquido. Por ello, este año se destinan 218 millones de pesos con este fin, para que personas que viven en colonias de bajos ingresos accedan al agua.
En general se han instalado 33 mil 150 sistemas, con los que se ha logrado reducir el flujo del líquido a los drenajes –que se traduce en menos inundaciones–; disminuir la cantidad de energía usada para bombear y transportar agua a las viviendas; facilitar el acceso al servicio hídrico en casas entre cinco y ocho meses del año y contribuir a la no sobreexplotación del acuífero, así como a su recuperación al reducir la demanda.
Las alcaldías mayormente beneficiadas con este proyecto son: Iztapalapa, con nueve mil 388 hogares; Tláhuac, con seis mil 22; Xochimilco, con cinco mil 766, y Milpa Alta, con cuatro mil 452.
Alejandro Bautista, residente de Magdalena Contreras, es beneficiario de este programa, y desde hace un año aprovecha el agua pluvial para utilizarla en las labores de casa y para almacenarla.
Expuso que le da felicidad “ver correr el agua que fluye y los resultados se ven allá abajo en Periférico, cuando se evita que se inunde la ciudad”.
“El uso que le damos a esta agua es para lavar ropa, platos e incluso lavar el carro, que es cuando a uno le duele usar agua potable. Nos ha permitido utilizarla para regar el huerto que tenemos en la azotea”.
Bautista detalló que la primera lluvia provocó en la familia la expectativa de cómo sería la cosecha.
“No hay como la sensación de ver llover, apreciar lo que ocurre con el sistema, que empezaba a llenarse el tinaco y uno se emociona como niño”, aseveró.
Bautista González tiene un tinaco de mil litros y mencionó que con la bomba que tiene en su casa puede recuperar hasta dos mil litros de agua más.
Recordó que previo a esto “nosotros vivimos mucho tiempo sin agua potable, teníamos que acarrearla”, lo que era sumamente “agotador”.
PAL