El colapso que se registró en un tramo de la Línea 12 del Metro se debió a problemas de origen en el diseño, construcción y supervisión, y no por fallas en el mantenimiento, como pretende señalar la empresa noruega DNV en su tercer informe, señaló a El Heraldo de México Bernardo Gómez, integrante del Comité Técnico Asesor para la Rehabilitación de la llamada Línea Dorada.
El ingeniero estructuralista lamentó la falta de rigor metodológico que mostró el equipo de especialistas extranjeros en su último reporte, buscando desviar la atención en lo importante, que es conocer las causas que provocaron la tragedia para implementar las soluciones correspondientes.
Explicó que, en el último reporte, DNV adelantó conclusiones y puso en igualdad de importancia aspectos que tienen que ver estrictamente con el origen del problema, con acciones secundarias que en toda estructura se deben de tomar en cuenta.
“Es esta falta de rigor metodológico en donde se pone en igualdad de importancia el haber tenido un diseño, construcción y supervisión deficiente con acciones de mantenimiento. No se puede esperar que a través de ese mantenimiento estándar se solventen problemas que vienen desde mucho más allá de la operación misma de la infraestructura”, dijo.
Explicó que, con todas las acciones de mantenimiento realizadas por las autoridades era imposible detectar los vicios ocultos como lo pretende señalar DNV, y menos evitar un colapso como el que se dio.
“El mantenimiento nunca va a evitar una falla súbita como la que tuvimos, donde no hubo aviso. El problema con este tipo de fallas es que sin previo aviso se presentan y lastiman a las personas que hacen uso de este tipo de infraestructura; ese es el problema, el desviar la atención dándole una igualdad de importancia a aspectos técnicos”, comentó el experto.
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