A un año del colapso del tramo elevado de la estación Olivos de la L-12 del Metro, el director general del Sistema de Transporte Colectivo, Guillermo Calderón, garantiza que la línea es segura y no volverá a ocurrir un incidente similar.
En entrevista con Heraldo Media Group, explicó que los retrasos en la reapertura de la Línea Dorada obedecen a que se busca asegurar su estabilidad total.
“La línea es segura para los usuarios, los trabajadores y para la integridad de las instalaciones. Contaremos con todas las acreditaciones necesarias para que (su operación) se pueda llevar a cabo...
–¿Para que no vuelva a ocurrir otro incidente?
–Nunca más, eso lo podemos garantizar.
“Incluso las demoras son para garantizar que cuando se abra el servicio, sea una línea de gran utilidad para la comunidad, sobre todo de Tláhuac, y tengan absoluta y plena seguridad en los traslados”, subrayó.
Desde el 3 de mayo de 2021, la L-12 ha sido revisada por académicos, técnicos y especialistas.
Las autoridades del Metro afirman que la revisión ha sido integral en la zona del colapso, toda la parte elevada y el túnel. Es así como las 20 estaciones reabrirán a los usuarios a finales de diciembre de este año.
“Concluir los trabajos a finales de noviembre y darnos un periodo de tres a cuatro semanas para pruebas preoperativas”, detalló.
De acuerdo con Calderón, en 11.9 kilómetros de túnel hay un avance de 100 por ciento en la primera fase del sellado de filtraciones, en la obra civil de cinco cárcamos nuevos y en 40 canalizaciones.
Además, se encuentran en proceso de rehabilitación las rejillas en dos tramos, de Insurgentes Sur-Félix Cuevas e Insurgentes Sur-Mixcoac.
La principal intervención de esta zona es la sustitución de siete curvas, desde el tramo que va de la estación Parque de los Venados hasta Atlalilco.
“En el caso de la Línea 12, además de las filtraciones que tiene por la estructura misma del subsuelo, hay ingreso de agua externa por cuestiones que no se resolvieron adecuadamente en el diseño original”, acotó.
La parte elevada, dirigida por la secretaría de obras de la Ciudad de México, concluyó con el anclaje para el encamisado de 152 columnas. Incluso, el tramo espejo a la estación Olivos que existía en la estación Tezonco, dicen, se retiró.
Ante la exigencia de demoler el tramo elevado, respondió:
“No es necesario tirarla, la línea juega un papel muy importante. Cerca de 400 mil pasajeros todos los días. Lo que sí es necesario modificar y reforzar es lo que se identificó como una deficiencia original de diseño y construcción”, aseveró.
CAR