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¡De 'halcón' a Cobra Kai! Joven se apoya en el deporte para alejarse de la delincuencia

Deporte y disciplina alejan a Haxel de la tentación de convertirse en sicario

NACIONAL

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NUEVO DESTINO. Haxel aprendió en las artes marciales a enfocar su vida de manera positivaCréditos: Adriana Luna

Haxel desde los cuatro años vigilaba mientras sus amigos robaban dulces y chocolates de la tienda. Hasta él mismo robó una charola completa de pan. A los ocho años, ya estaba orgulloso de su trabajo de “echar aguas” (advertir si había riesgos con la policía). Toda la pandilla se repartía el producto de la rapiña.

El pequeño tenía muy claro lo que quería ser: sicario. “Por muchas cosas que veía en la calle. Platicaban que ganaban mucho dinero. Me dejaba llevar por el dinero para darme los gustos que siempre quise, o sacar a mi familia adelante”, reconoce en entrevista con El Heraldo de México.

Su padre purga condena por venta de drogas; su madre, dedicada a la prostitución desde hace años, ha perdido la razón por el consumo de estupefacientes y vive como indigente. Su abuela se encargó de cuidar y criar a Haxel y sus hermanos.

Una mañana, observó a un grupo de jóvenes vestidos de blanco que desayunaban en un puesto de tortas. Platicó con ellos y supo que eran karatecas. El maestro lo invitó a practicar el deporte y le regaló su uniforme.

“Cuando lo conocimos (a los ocho años) no sabíamos toda la historia que traía, muy impactante. Él decía a los cuatro vientos que quería ser sicario”, recuerda el sensei Albino Galván.

“Empezamos a trabajar el tema del deporte, que canalizara sus ganas de salir adelante con el karate y la disciplina, sacarlo de aquel entorno, crear un líder positivo. (...) Estoy convencido que mientras exista un deportista más habrá un delincuente menos”, explica.

El karate y la disciplina modificaron poco a poco el pensamiento de Haxel y le mostraron otro panorama en el que podía defenderse y enfrentar la vida con la mano vacía, en lugar de empuñar un arma.

Los resultados saltan a la vista. Hoy, Haxel tiene 18 años. Observa en su vecindario a sus amigos de infancia: algunos están atrapados en la drogadicción; otros, inmersos en el crimen organizado.

El joven ha cambiado sus sueños. Ahora desea terminar sus estudios de ingeniería en programación y enseñar karate. Y quiere ir a Japón a conocer los orígenes del arte marcial que le apasiona.

La vida no sólo le ha cambiado a Haxel, también al sensei Albino Galván, quien dirige el Consejo Municipal del Deporte en Guadalajara, el cual busca en las colonias niños con talento para el deporte.

Haxel da consejos a niños y jóvenes para acariciar sus sueños e ir tras ellos. “Yo les recomiendo que no se dejen influenciar por las malas personas, o por lo que otras personas les dicen que pueden ganar más dinero. El dinero no es todo en la vida. Yo les diría que busquen un deporte”, sostiene.

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