Los niños y niñas nacidos a partir de 2020 se enfrentarán, en promedio, a siete veces más olas de calor abrasadoras durante su vida que sus abuelos, de acuerdo con Save The Children.
Un estudio de 2021, prevé que los recién nacidos también sean testigos de dos veces más incendios forestales, 2.8 veces más pérdidas de cosechas, 2.6 veces más eventos de sequía, 2.8 veces más inundaciones fluviales, en comparación con los nacidos en 1960. Esto incluso si las emisiones se ajustan a los compromisos del Acuerdo de París, de lo contrario, las catástrofes podrían ser mucho peores.
No obstante, según el organismo, si los países de ingresos altos, principales responsables del cambio climático, lideran las acciones para financiamiento y medidas de adaptación, estas también producirán múltiples beneficios en los ámbitos social, medioambiental y económico.
Una inversión mundial de 1.8 billones de dólares en las cinco áreas clave de adaptación (protección de bosques, ríos, agricultura, ciudades y costas) durante un periodo de 10 años podría evitar la catástrofe.
“A pesar de estas consecuencias, y de la ya abrumadora evidencia científica según la cual las oportunidades que le quedan al mundo para tomar medidas se están agotando raudamente, los compromisos y el financiamiento en materia de acción climática siguen siendo peligrosamente inadecuados”, señala el informe de Save The Children.
CAR