VATICANO

Vaticano ofrece a México autonomía y colaboración por la seguridad, paz y el bien común del pueblo

El representante del Papa Francisco llamó a que el Estado garantice la libertad religiosa; el canciller Ebrard garantiza respeto profundo a la libertad

NACIONAL

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Créditos: Foto: Pxhere

El secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, ofreció este martes al gobierno de México una relación de “autonomía y colaboración”, para buscar juntos la paz del país y el bien común del pueblo mexicano; a la par, pidió que el Estado garantice la libertad religiosa. 

De visita en este país por el XXX aniversario del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre México-Santa Sede, el cardenal cercano al papa Francisco dijo en un evento con el canciller Marcelo Ebrard que la Iglesia católica está “en primera fila” para colaborar con a favor de la sociedad, desde su trinchera pastoral, pero para ello necesita que el Estado garantice el respeto a la libertad religiosa. 

“Miramos al futuro y seguimos preparando juntamente mecanismos de cooperación, encontrar mecanismos concretos de cooperación para servir a todo el pueblo mexicano, partiendo de las personas más mexicanas. Y para que la Iglesia pueda efectuar su función pastoral necesita que el Estado le garantice la libertad religiosa, es un derecho fundamental de la persona”, dijo. 

Desde el Palacio de Medicina en el Centro Histórico, donde se realizó el foro “Laicidad abierta y libertad religiosa, una visión contemporánea”, y convocó a jerarcas católicos, diplomáticos y políticos como los panistas como Juan Carlos Romero Hicks y Margarita Zavala, el cardenal Parolin expuso que la Iglesia “es una valiosa aliada del Estado para la promoción de la armonía social y la búsqueda del bien común”. 

Para ello, dijo, en todo el mundo, el Estado e Iglesia deben superar una relación de “extremismos y polarizaciones”. 

“Señor canciller (Ebrard) y distinguidos huéspedes, estoy convencido que la laicidad positiva consiste en superar superar la posible tentación de eventuales incomprensiones entre el Estado y la Iglesia, y reconocer mutuamente el papel de los valores que cada uno está llamado a ofrecer en la sociedad”, señaló. 

Previamente, en el evento el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, agradeció el respaldo que la Santa Sede ha dado a México y al mundo en foros internacionales como la ONU, en temas como la defensa de los derechos humanos, reparto de medicinas, vacunas y ayuda internacional. 

Ebrard recordó que este año se celebran 30 años del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos Estados, y garantizó el respeto de la laicidad. 

“Nos une cada vez más causas muy profundas y muy queridas para todos nosotros, yo diría identitarias, respecto a la dignidad humana; nos une el respeto profundo a la libertad, libertad de creencias, libertad política, libertad personal; y veo en el ámbito internacional una acción cada vez mayor de la Santa Sede y de México en favor de la paz en un mundo difícil, incierto, conflictivo que tenemos por delante. Buen momento para valorar esta cercanía y esta identidad común”, apuntó. 

En tanto, el presidente de la Conferencia Episcopado Mexicano (CEM), Rogelio Cabrera, manifestó la disposición de los obispos mexicanos de colaborar por la paz y la seguridad. 

“Quiero pedirle respetuosamente al señor Marcelo Ebrard que le lleve un saludo de parte mía de de los obispos de México un saludo al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador; también pido con respeto al señor cardenal Pietro Parolin que lleve nuestro saludo al Santo Padre y que le diga que los obispos, los mexicanos en general le estimamos sinceramente y nos unimos a él en este deseo y esta búsqueda de paz y seguridad que el mundo de hoy requiere”, dijo. 

Firman acuerdo

Durante el encuentro académico y conmemorativo: “Laicidad abierta y libertad religiosa, una visión contemporánea”, México y la Santa Sede firmaron una carta de intención para promover el Códice Cruz-Badiano, documento de la medicina herbolaria antigua que estuvo en custodia por la Santa Sede durante más de un siglo y fue devuelto a México en 1992.

El manuscrito fue elaborado en náhuatl por Martín de la Cruz y traducido al latín por Juan Badiano, ambos pertenecientes al Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco. Se deduce que los dibujos fueron elaborados por indígenas tlacuilos del mismo colegio.

Su nombre original es Libellus de Medicinalibus Indorum Herbis, fue realizado a solicitud de Don Francisco de Mendoza, hijo del virrey de la Nueva España, para el Rey Carlos V en calidad de regalo.

El Códice Cruz-Badiano fue devuelto a México por el papa san Juan Pablo II, quien lo donó en 1992 a la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia como parte de los gestos de buena voluntad en el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre el Estado Mexicano y la Santa Sede y el reconocimiento en México de las asociaciones religiosas.

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