A pesar de la virulencia e incluso violencia verbal que muestran los actores políticos, existe la madurez indispensable para aceptar las decisiones, consideró el secretario General de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Leonardo Lomelí Vanegas.
Al dictar una conferencia magistral en el marco del seminario “Los desafíos de la Democracia a 45 años de la Reforma Política de 1977”, indicó que las instancias electorales han sido determinantes para evitar conflictos, logrando que se acepten sus decisiones.
“Bueno, yo creo que al final si, porque hemos visto que aunque ha habido por momentos mucha violencia verbal, al final se han respetado los resultados, ha habido mucha litigiosidad, se ha recurrido a los tribunales, pero al final cuando la autoridad de última instancia da su fallo, ya no ha habido conflictos poselectorales, entonces si vemos qué hay tal vez mucha vehemencia y virulencia en el discurso, pero al final creo que se está respetando las reglas, y eso es una señal de madurez política”, indicó.
No obstante, en este marco, Lomelí Vanegas expuso que los desafíos que tiene la democracia tienen que ver todavía con la cultura política, en el que los participantes deben asumir su compromiso.
“Creo que el principal desafío de la democracia en México, mexicanas tiene que ver con la cultura política, es necesario que todos los actores políticos asuman plenamente su compromiso con la democracia el cual pasa por saber ganar por saber perder, por aceptar disidencia y responder de manera civilizada y reconstructiva a la crítica”, dijo.
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Reconoció que a pesar de las diferencias, aceptando las reglas del juego, se podrá inhibir las posibilidades de que las diferencias escalen a la violencia.
El secretario general de la máxima casa de estudios, quien reconoció que los procedimientos electorales son perfectibles, siempre y cuando no se pierda lo ganado en las últimas tres décadas de construcción de la institucionalidad electoral, en particular la autonomía e independencia del INE.
También dijo que los costos de los procedimientos electorales pueden disminuir en la medida de qué se reduzca también la desconfianza de los actores políticos, al tiempo que es importante que “reconozcamos que tenemos un sistema electoral sólido y robusto precisamente porque hay quienes cuentan los votos y quienes organizan las elecciones son los ciudadanos por supuesto apoyados por un sólido andamiaje institucional que otorga el Instituto nacional Electoral.
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