El Monte Everest, conocido en Nepal como Sagarmatha (la frente del cielo), ha sido durante décadas la joya de la corona para los alpinistas por ser la montaña más alta de la superficie del planeta, al tener una altitud de 8 mil 848 metros sobre el nivel del mar.
Aunque es difícil precisar cuántos montañistas han llegado a la cumbre desde el primer ascenso en 1953, se estima que han sido alrededor de 9 mil personas, entre ellas, únicamente 7 mujeres mexicanas, de las cuales solo una ha logrado imponer un récord Guinness en alpinismo: Viridiana Álvarez.
Esta aventura en la vida de Viridiana empezó a sus 28 años, cuando la originaria de Aguascalientes se inscribió en una carrera de 10 kilómetros, lugar donde conoció a las personas que le enseñaron “la magia de las montañas”.
Dos años después la invitaron a escalar su primera cima: el Pico de Orizaba, cuya altura de 5 mil 636 metros la consagra como la cumbre más alta de México. Aquella ocasión bastó para que Álvarez se enamorara por completo de esta disciplina, sin siquiera tener un pasado con aspiraciones montañistas, o de deportista.
Tres años después, la alpinista decidió “romper estructuras” y fijarse la meta de escalar las montañas más altas del mundo comenzando por la de mayor altura: el Everest, logrando llegar a la cumbre un 16 de mayo de 2017.
“‘¿Cómo subir el Everest?’, literal, así lo googleé y encontrando el camino, fue ir aprendiendo poco a poco a través de lo que tenía al alcance”, dijo la alpinista hidrocálida en entrevista con El Heraldo Digital.
Después de esa experiencia, Viridiana fue adoptando paulatinamente un nuevo estilo de vida: dejó su trabajo en la industria automotriz, vendió su auto y siguió laborando en su rama, pero con empleos más flexibles que le permitieran asistir a las expediciones de meses.
“Fueron muchas decisiones, desde los trabajos, la vida personal, la familiar, fue como ponerla en pausa y dedicarme a este camino de las montañas. Ha habido muchos ‘no’ que decir para poder estar aquí”, detalló Álvarez, quien tiene una licenciatura en Administración de Empresas y dos maestrías: una en Ingeniería y otra en Innovación.
Siguió escalando, después vino el K2, la segunda cima más alta, con 8,611 metros de altura, pero también “la más retadora”. Ahí llegó el 21 de julio de 2018.
En 2019 se propuso escalar la montaña que les seguía en altura a las otras dos: Kanchejunga, monte de 8,586 metros de altura. Sin embargo, antes de iniciar le notificaron que si subía antes del 17 de mayo hacía récord Guinness. Y así fue, el 15 de mayo -día de su cumpleaños- Viridiana Álvarez estableció el récord como la mujer que ha escalado más rápido las tres montañas más altas del planeta. Su marca fue de un año y 364 días.
“Me dijeron que si hacía cima antes del 17 de mayo hacía récord Guinness y fue algo muy inesperado, porque ¿cómo era posible? yo, de Aguascalientes, empezaba los 30, ¿por qué no una europea? esa era mi pregunta o alguien que ha estado en las montañas por mucho tiempo”, comentó al recordar el momento en que le dieron a conocer aquella oportunidad.
Fue el pasado 11 de agosto, en una ceremonia virtual, que Guinness World Records hizo oficial el reconocimiento a Viridiana.
Cabe mencionar que coronar cualquier cima no solo depende de una meticulosa planeación, para escalar se necesita una perfecta climatología: que las ráfagas de viento sean bajas, que la temperatura del aire sea cálida y que el cielo esté despejado, elementos que jugaron a favor de la montañista mexicana para que obtuviera este logro.
Los riesgos de tocar las nubes
Subir cualquier montaña implica respeto por el medio natural y por uno mismo. Se pueden presentar avalanchas, tormentas, desprendimientos de hielo o simplemente dar mal un paso “no importa si eres hombre o mujer o si tienes mucha o poca experiencia”.
Para Viridiana, el K2 fue la montaña “más dura” de escalar a pesar de que no es la más alta del mundo.
“El K2 es una montaña mucho más dura, es como fría hay mucho riesgo en todo el trayecto, estás en un nivel de estrés todo el tiempo. Hay ciertas montañas donde hay zonas de peligro y ahí es donde te estresas y ya luego sigues. El K2 todo el tiempo estás en estrés, de hecho cansa más estar en ese estado mental que el cansancio físico”, explicó.
Álvarez reveló que a lo largo de su trayectoria ha visto gente morir en el camino, experiencias que la han marcado.
“Ver a alguien morir es sentir esa vulnerabilidad de que todos ahí somos iguales, estamos en una montaña en la que puede que llegue una avalancha y no importa nada. Sentir la vulnerabilidad ante tanta grandeza, te sientes pequeñito, con impotencia también”, relató.
“Los sueños sí se cumplen”
Para Viridiana, el récord representa que “los sueños sí se cumplen, pero no se cumplen solos”. Aseguró que el reto de vencerse a uno mismo es el más grande de todos.
Hoy, la deportista busca inspirar a las personas con su ejemplo y con el deporte fomentando los valores del esfuerzo, perseverancia, honestidad y compromiso social, y a su vez promoviendo que cualquiera que se lo proponga puede lograr hasta lo que se consideran “metas inalcanzables”, sin importar la edad, los recursos o la experiencia.
“Los sueños sí se cumplen pero no se cumplen solos. Tenemos que ir tras de ellos, luchar y esforzarnos. Ese es el mensaje que quiero mostrar, que más personas no se queden con esas ganas o intención de hacer algo, que se atrevan”.
¿Cuál es el siguiente reto?
La también consultora quiere romper un récord más: convertirse en la cuarta mujer del mundo en subir hasta la cima de las 14 montañas más altas de la Tierra en tiempo récord, de las cuales ya lleva la mitad.
“Voy a la mitad del camino, llevo 7. Este año mi meta es hacer 6 al menos y el siguiente año romper el siguiente récord, o al menos cumplir el reto de subir las 14. Solamente 3 mujeres en la historia lo han hecho, es un reto muy muy grande y con todas las ganas para seguir llevando la bandera de México a lo más alto”.
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