PIENSA JOVEN

Origen, importancia y curiosidades de los seguros a lo largo de la historia

¿De dónde viene la práctica de los seguros y por qué es algo tan común en nuestros días?

NACIONAL

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HISTORIA de los seguros.Créditos: Foto: Especial

La Real Academia de la Lengua Española define seguro como un “contrato por el que alguien se obliga mediante el cobro de una prima a indemnizar el daño producido a otra persona, o a satisfacer un capital, una renta u otras prestaciones convenidas”. La Ley Sobre el Contrato del Seguro (1935) menciona que “por el contrato de seguro, la empresa aseguradora se obliga, mediante una prima, a resarcir un daño o a pagar una suma de dinero al verificarse la eventualidad prevista en el contrato”. Para que un vehículo pueda circular de manera legal, debes contar con un seguro de auto. ¿Te preocupan los riesgos a los que está expuesta tu mascota? Contrata también un seguro para mascotas. ¿Te preocupa lo que pueda pasarle a tu celular? Entonces no olvides el seguro para celulares.

Para poder entender cómo las aseguradoras pueden indemnizarte por una cantidad relativamente mayor a lo que tú les pagas, se debe retomar la idea primitiva de lo que es un seguro. Cualquier individuo está expuesto a una cantidad inmensa de riesgos como robo, daño, muerte o enfermedad, los cuales pueden resultar muy costosos. ¿Cómo se puede evitar que algún percance afecte considerablemente tu calidad de vida y economía? ¡Mediante la colectividad! 

Contratar un seguro es unirse a un grupo de gente que está expuesta al mismo riesgo y que colectivamente pagarán por los daños que enfrente un solo integrante. Es decir, si alguna vez has utilizado los beneficios de algún seguro y has pagado muy poco o nada, es porque mucha gente expuesta al mismo riesgo juntó el dinero suficiente para cubrir tus costos. 

Se dice que el primer antecedente legal del seguro se encuentra en el Código de Hammurabi (aprox. 1750 a.c.), conjunto de leyes inscritas en piedra por el sexto rey de Babilonia. Dentro de este código legal se definió el préstamo a la gruesa ventura. Este último consistía en que un prestamista daba dinero a algún navegante para realizar algún transporte de mercancía y, si este llegaba bien a su destino, el navegante tenía que pagarle al prestamista su dinero más un monto equivalente al riesgo de hundirse o de naufragar. Por otro lado, si el viaje no era exitoso, la deuda se perdonaba. 

Otros antecedentes del seguro se dieron en Inglaterra. En 1666, un horno de una panadería en Londres provocó un devastador incendio que duró cuatro días y arrasó con gran parte de la ciudad. Después de esto, Nicholas Barbon le dio origen al seguro contra incendios y a una especie de compañía de seguros. Barbon colocaba placas afuera de las casas de quienes contrataban el seguro para que una brigada, la cual estaba incluida dentro de sus servicios, pudiera identificar qué incendios apagar. 

En 1688, también en Londres, Edward Lloyd abrió una cafetería que poco a poco se convirtió en punto de reunión para empresarios y comerciantes. Fue común que los visitantes de la cafetería discutieran negocios, participaran en subastas y apuestas y se dividieran los riesgos de alguna transportación marítima. De hecho, un documento, conocido como póliza, circulaba por las mesas de la cafetería y quien quisiera asumir una proporción de la suma asegurada de dicha póliza tenía que firmar en la parte inferior, convirtiéndose así en underwriter (suscriptor). Finalmente, después de una tremenda formalización, la cafetería de Edward Lloyd se convirtió en lo que hoy se conoce como Lloyd’s of London, mercado de seguros y reaseguros británico.

El mercado asegurador fue surgiendo de manera diferente en distintos países, siempre dado como una solución a las problemáticas y los intereses locales. La historia de este mercado ayuda a comprender el mecanismo y la funcionalidad de los contratos de seguro, que ya llevan mucho tiempo ayudando a tomar más riesgos e impulsando el crecimiento económico.