Para muchas personas la Navidad es una época para compartir, para otras es una temporada en la que pueden dar y recibir regalos, en la que tienen dinero para comprar lo que desearon todo el año. Pero para los menos afortunados, es una etapa en la que recuerdan lo inmensamente solos que están, pues la sociedad los ha excluido. Afortunadamente el buen corazón de los voluntarios y la unión de esfuerzos hacen posible que las personas vulnerables -en situación de calle, migrantes, adultos mayores sin familia y gente de escasos recursos- puedan disfrutar de un delicioso almuerzo el 25 de diciembre.
El trabajo de Sant’ Egidio, una asociación civil que tiene presencia en todo el mundo, ha hecho que la Navidad para aquellos que menos tienen sea una celebración que los redignifica, en la que pueden compartir al calor de compañía que los mira como lo que son: seres humanos; también les entrega regalos como se acostumbra en estas fechas, haciéndoles sentir el espíritu navideño. Los voluntarios que realizan tan loable labor no solo la realizan en diciembre, día con día trabajan para hacer que las personas, principalmente en situación de calle, puedan recuperar la confianza y en alguna medida, su vida.
Para esta Navidad, prepararán 2 mil almuerzos en la Ciudad de México, los cuales serán distribuidos en varios puntos, el principal en un terreno que la asociación tiene en la colonia Roma, en la calle de Jalapa, también con ayuda de parroquias distribuyen otros, según explicó a El Heraldo Digital, César Cárdenas, secretario general de Sant’ Egidio en México. En Guadalajara se harán 3 mil comidas.
Junto a él, decenas de voluntarios preparan el gran día con anticipación, compran regalos, decoran el lugar donde se reunirán y compartirán los alimentos, cambiando así, al menos por un día, la vida de miles de personas.
Cabe recordar que para las personas que viven en situación de calle esta temporada es especialmente difícil, pues las bajas temperaturas los acechan y ellos no tienen un techo donde resguardarse; así como ellos, los migrantes que pasan por nuestro país enfrentan una situación similar, por ello la asociación abre sus puertas a los integrantes de estos grupos vulnerables.
Pero no son los únicos que reciben con los brazos abiertos, pues otra realidad que se vive en México es la de adultos mayores solos, que ni en esta fecha sus familias recuerdan, o incluso algunos no tienen una. Las personas de escasos recursos tampoco pueden celebrar la Navidad, los niños solo ven de lejos lo que esta temporada implica para el resto de la gente. Sin embargo, el amor al prójimo hace una diferencia enorme, como lo comenta César, incluso las soledades pueden unirse y cambiar la realidad para las personas.
Devolviendo la dignidad
Cuando una persona llega a vivir a la calle los estigmas la acompañan, el resto de la gente suele pensar que es por que es un “vicioso”, pero la realidad puede ser muy diferente. quienes no tienen casa poco a poco van perdiendo la dignidad, pues no cuentan con un espacio para realizar lo que comúnmente se hace en la intimidad de un hogar, como comer, descansar o hacer las necesidades fisiológicas; esto conlleva un rechazo, que poco a poco los hace perder la confianza en todos.
Los voluntarios de Sant’ Egidio hacen una labor integral, se acercan a las personas en situación de calle, los tratan con respeto, como a amigos, logrando así ganar su confianza y devoviéndoles la dignidad. Aunque no es un albergue y no pretenden serlo, les proporcionan un espacio para hacer las necesidades básicas. Incluso los han ayudado a tramitar la credencial de elector, para que así sean reconocidos legalmente, como siempre debieron.
Con las personas migrantes pasa una situación similar, se enfrentan al rechazo y la xenofobia, sin saber que la violencia y pobreza que vivían en su países de origen, los orillaron a dejar todo atrás buscando una vida mejor. A su paso por México son víctimas no solo de discriminación, tamboén de algunos delitos, evidentemente pasan solos las fechas importantes.
La población indígena que habita en la Ciudad de México también vive difíciles situaciones, puede vérseles por las calles con sus hijos, enfrentando críticas, pero como explica César, muchas de ellas ni español hablan, es imposible que inscriban a los niños a la escuela, pues no tienen acceso a internet. Ellos también son parte del almuerzo navideño que ofrece Saint’ Egidio.
El trabajo de Sant’ Egidio
Sant’ Egidio tiene presencia en 70 países, cuenta con reconocimiento de la Santa Sede y de varios gobiernos, incluyendo el de México. Su labor principal es la paz, han logrado varios acuerdos internacionales referentes a ello.
César Cárdenas lleva 12 años formando parte de esta comunidad, y compartió con El Heraldo Digital un importante mensaje: “Todos tenemos un propósito en la vida, podemos cambiar las realidades, un acto pequeño genera un cambio enorme”. Él sabe que en esta época las depresiones son comunes, por eso llama a quienes deseen darle un sentido a su existencia a sumarse al proyecto, pues ayudar a los demás cambia la perspectiva de todos.
En México la asociación tiene actividades varios días, los lunes y los miércoles cuentan con un equipo médico; los martes y los jueves, con un equipo de psicólogos y uno de dentistas, y el fin de semana están dirigidos a los más jóvenes. Tienen Escuela de la paz, que es una iniciativa donde se les ayuda a los pequeñitos que están en entornos vulnerables a que no dejen la escuela, y se les enseña la cultura de paz.
Como todas las asociaciones, se mantiene de donaciones y del trabajo se los voluntarios, cualquiera que lo desee puede sumarse, ya sea aportando recursos económicos o esfuerzos físicos, al amor, suma de cualquier modo.
DMGS
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