El primer caso de viruela símica se detectó en Tapachula, en un paciente masculino de 30 años de edad, sin que hasta entonces existan protocolos de detección en los puertos fronterizos entre Chiapas y Guatemala. La alta vulnerabilidad de la frontera sur al paso de virus de un país a otro, pone en riesgo a cientos de habitantes que habitan en poblaciones limítrofes y donde los protocolos sanitarios no existen.
Sólo en el paso del departamento de San Marcos a Tapachula, por el puerto fronterizo Talismán, ninguna autoridad de salud mexicana o guatemalteca coordina acciones de detección de posibles casos sospechosos.
Una fuente allegada de la Secretaría de Salud en Chiapas señaló que la persona contagiada en Tapachula provino de Centroamérica e ingresó en días recientes al país, sin determinar si se trata de un migrante o algún turista que realizó los papeleos para su recepción formal.
El caso, alejado de los otros 28 confirmados en localidades como Tuxtla Gutiérrez (con mayor número de casos al sumar 25), activa las alertas a consecuencia de la porosidad y el paso a diario de cientos de personas que se internan a territorio chiapaneco, sin ningún tipo de control sanitario ni estadística que pueda dar indicios de más posibles contagios.
En las garitas de revisión aduanal y migratoria, no opera ningún control de salud por parte de las autoridades mexicanas. Los extranjeros provenientes de distintos países, sólo tienen que cumplir con los requisitos de acceso, pero nadie cuestiona o revisa si hay indicios o síntomas relacionados con la viruela del mono.
Lo mismo ocurre de México a Guatemala. Las autoridades chapinas mantienen un módulo que reza “vacúnate” en alusión al Covid, pero en ese punto no hay vacunas, sólo publicidad y ningún tipo de inspección, más que la vigilancia militar que se reduce a presencia de elementos.
El virus símico, al igual que el Covid, tiene paso libre en la franja fronteriza entre México y Guatemala, y aunque las autoridades de salud subrayan que hay que acudir a las instancias correspondientes en caso de presentar síntomas, casos positivos pueden deambular por localidades fronterizas de ambos países y reproducir la enfermedad.
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