VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

“Mi compañero me tocaba y no sabía qué hacer”: así se vive el acoso desde las aulas

“Aura”, víctima de acoso por parte de un compañero de preparatoria alza la voz en este Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer 2022

NACIONAL

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De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, una de cada tres mujeres sufre algún tipo de violencia solo por su género y cuyos casos pueden ir desde las bromas hirientes hasta los feminicidios. Por supuesto, entre una y otra existe una larga lista de acciones consideradas como violentas y que se pueden detonar en el ámbito familiar, laboral y también el educativo; entre las más comunes destacan el acoso y las agresiones sexuales que no dejan libres a las niñas, adolescentes o adultas.

Uno de los mensajes que más se repiten por las mujeres que cada año salen a marchar en contra de la violencia machista y que nunca falta es: “Ni en las aulas estamos seguras”, pues los múltiples casos de acoso se dan hasta en los entornos considerados seguros como son las escuelas. Ya sea por parte de un profesor o de un compañero de clase, muchas han afirmado sentirse incómodas por comentarios sexistas y en casos más graves se incluyen las agresiones sexuales o violaciones.

“Aura”, quien prefiere este pseudónimo, es una de esas jóvenes que sufrió abusos por parte de otro estudiante y hoy alza la voz con un mensaje para otras víctimas que hoy sobren lo que ella vivió: “No están solas”.

"No conozco a una mujer que no hay vivido violencia", dijo "Aura. (Foto: Cuartoscuro) 

“No sabía qué hacer”, recuerda al ser e

En conversación con El Heraldo Digital la exalumna del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) plantel sur, perteneciente a la UNAM, recuerda que en esta etapa se enfrentó a una de las primeras formas de violencia que la vulneraron. El responsable, agrega, fue un compañero de quien prefiere evitar el nombre y que en repetidas ocasiones “tocaba mi trasero”. A pesar de entender que lo que pasaba no era normal y la incomodaba, no sabía que estaba siendo agredida.

“En ese momento yo no sabía lo que era, pero tenía un compañero que tocaba mi trasero sin que yo se lo pidiera; llegaba por atrás y me daba nalgadas o me tocaba así, literalmente”, explica.

A pesar de la insistencia y de no conocer el término correcto de cómo estaba siendo violentada, la joven detalla que le puso un alto, pero su agresor ignoró la advertencia: “Parece que le dije: ‘Síguelo haciendo porque me gusta’”. La única forma en la que las agresiones terminaron fue hasta que el estudiante inició una relación con una de las amigas de “Aura”.

Muchos de los paros en las escuelas de la UNAM son para pedir fin a la violencia machista. (Foto: Cuartoscuro) 

“Estaba enojada. Le dije: ‘No me gusta. No lo hagas por favor, me molesta, me enoja’. Y después que siguió haciéndolo fue como: ‘Ya no puedo hacer nada, lo va a seguir haciendo, aunque yo ya le puse un alto y sentí mucha frustración; creía que no podía hacer nada, tenia mucha impotencia”.

Por supuesto, las conductas del joven movieron muchas cosas dentro de ella y una de las más importantes fue la confusión y el reconocer que lo que estaba ocurriendo no era normal ni estaba bien, un par de pensamientos que atraviesan la mente de miles de mujeres, ya que siempre está la esperanza de “a mí no me va a pasar”. Sobre esta etapa precisa que en un inicio lo único que pensaba era: “Esto es un juego, pero no me gusta este juego”.

El juego, como lo nombra "Aura", no sólo causaba incomodidad en ella como adolescente, sino también entre su grupo de amigas, quienes tampoco sabían qué hacer o cómo actuar ante una situación de acoso y hostigamiento.

Pedirle a los agresores que se detengan, no ayuda

Reconocer las agresiones es "una cosa muy difícil", añade. (Foto: Cuartoscuro)

Al responder si en algún momento pensó en alzar la voz y denunciar a su compañero, la joven explica que en su paso por el CCH Sur el movimiento apenas cobraba la fuerza que tiene en pleno 2022, por lo que no sabía a qué autoridades acercarse, qué decir ni cómo actuar; sin embargo, añade que sí siguió todas las recomendaciones que todas escuchan desde que son niñas. 

“Yo había hecho todo lo que se me había dicho. Páralo, dile que no y te tienen que respetar, pero eso no funcionó y no sabía qué hacer”, dijo.

Es por ello que en este Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer envía un mensaje a todas las estudiantes que están pasando por situaciones similares de agresiones sexuales y acoso, ya sea por parte de compañeros o profesores. Según detalla, algo que aprendió de esta situación es que siempre va a haber alguien que te va a creer o te va a ayudar a dejar de sentirte vulnerada.

Contárselo a tu amiga o al adulto responsable que veas con más confianza y decírselo porque la verdad es que no está nada sencillo vivir con estas cosas y aún tú poniendo un alto no te hacen caso”, confesó.

Por otro lado, recordó que “es una cosa muy difícil” para las mujeres, ya que al momento de reconocer la violencia que viven también llegan pensamientos intrusivos como la humillación, vergüenza o el qué van a decir. A pesar de ello, dijo que acudir con una mujer siempre puede ser un camino, pues entre ellas entienden a la perfección violencias cotidianas como estas.

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