"ME TUVE QUE AGUANTAR"

"¿Te lastimaste por enseñarme las piernas?", exalumna de CCH Sur recuerda el acoso que sufrió a los 16 años

Viany Corona recuerda cómo fue acosada sexual y violentamente por uno de sus profesores de más de 40 años

NACIONAL

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Este viernes 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una fecha en la que se implementan cursos y conferencias con las cuales combatir las diferentes formas de violencia contra las mujeres. Asimismo, miles de víctimas que la han sufrido sólo por su género recuerdan sus historias para que lleguen a otras personas y se den cuenta que no están solas. Uno de estos testimonios es del de Viany Corona, quien en conversación con El Heraldo Digital recordó que incluso en las aulas de las escuelas las alumnas no están seguras. 

Viany lo sabe mejor que nadie, pues a lo largo de su trayectoria académica y de diferentes niveles fue víctima de una de las formas de violencia más comunes para una mujer: el acoso. La gravedad de todo esto, tal y como ella lo cuenta, es que ocurrió cuando era menor de edad y en los salones a los que acudía a estudiar, pero los comentarios cosificándola no provenían de personas de su edad, sino de los propios profesores que según cuenta superaban los 40 años. 

"Al principio eran como 'te invito un café' o 'mira vi que querías este libro, te lo compre', 'vi esta pulsera y pensé que se te vería bonita', y como también eran padres de familia y tenían hijos e hijas primero pensé: 'Bueno es como una relación bastante paternal la que ocurre aquí' y siempre me quede o trate de quedarme con esa idea. Sí llegaron a haber comentarios que me incomodaban y en su momento se los hice saber; no cambió nada, al menos en uno de esos casos y en el otro lo empeoró", confiesa al recordar su paso por el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) plantel sur de la UNAM.

En octubre la comunidad estudiantil de CCH Sur salió a protestar por un presunto caso de violación por parte de un profesor a una alumna en los baños del plantel. (Foto: Cuartoscuro)

La idea de esta visión paternal se alimentó aún más cuando el profesor -de quien prefiere reservarse el nombre, pero señala que impartía el Taller de Lectura y Redacción- confesó frente a toda la clase que su sueño siempre fue tener una hija, pues en su matrimonio concibieron a dos varones. Al ser una amante de la lectura y en confianza con los conocimientos de literatura del académico, Viany explica que un día decidió pedirle que le recomendara algo para leer, algo a lo que él accedió a cambio que ella le enseñara sobre música, otra de las grandes pasiones de la hoy exalumna de CCH Sur. 

Tras acceder al trato, recuerda que la relación de profesor-alumna cambió por completo, ya que a pesar que nunca pasó nada entre ellos, él actuaba como si fueran pareja y fomentaba conductas de celos incluso en medio de las clases. Aunque en un inició, ella tomó los comentarios como una broma, entre ellos destacan: "Viany, ponle un alto a tu compañera" y de "dile que soy tuyo, que nada más tú puedes estar conmigo, que nada más tú me puedes hablar, que sólo tú me puedes abrazar", pero hubo un momento crucial con el que la joven decidió pedir ayuda. 

"Me lastimé la rodilla y tuve que entrar con muletas; la primera clase que llegué con las muletas me senté sola hasta enfrente y me preguntó: '¿Te lastimaste por estarme enseñando las piernas?' En ese momento sí dije 'esto no es normal' y le pedí que no hiciera ese tipo de comentarios porque nosotros no teníamos una relación así y que la forma en la que yo me había lastimado no tenía nada que ver y que no le incumbía, y se molestó", confiesa.

Al pedir ayuda, Viany dejó de sufrir acoso, pero no de ser violentada. (Foto: Cuartoscuro)

"Me tuve que aguantar", pues al pedir ayuda la violencia no llegó a su fin

De acuerdo con la víctima, como los comentarios en su contra y enfrente de toda la clase no pararon, además de ser menor de edad, pidió ayuda a sus padres quienes hablaron con el director de la institución perteneciente a la UNAM; lamentablemente, la situación empeoró al grado que el acoso se detuvo, pero el profesor comenzó a violentarla con declaraciones agresivas o descalificación en cada clase. 

"El resto de las clases que siguieron, seguía haciendo ese tipo de comentarios como 'no pues eres un desperdicio' o 'no vas a ser nada'. Sí siento que es mucha coincidencia que cambiará su forma de actuar y de referirse hacia mí después de que yo le pedí a mi papá que hablara con el director. Empeoró la situación porque ya no me agredía de manera sexual-provocativa, más bien era ya de manera directa y violenta como para hacerme sentir mal", explica. 

La peor parte de ser víctima de al menos dos tipos de violencia, recuerda Viany, es que ya no podía cambiarse de profesor, pues ya era mitad de semestre y además él era el coordinador que tenía que aprobar el cambio, por lo que su única alternativa fue permanecer en la clase soportando las agresiones: "Me tuve que aguantar", dijo.

A pesar de ello se mantiene firme en que el profesor no tenía ningún derecho en acosarla ni violentarla, "eso es un crimen porque él era un señor de sus 40 y tantos años y en ese momento yo tenía 16; es un crimen no está bien". 

Otras víctimas de la UNAM han acusado falta de acción por parte de las autoridades. (Foto: Cuartoscuro)

Viany nunca detectó el acoso, hasta que compañeros se lo dijeron

Al igual que muchas otras víctimas de violencia machista, Viany recuerda que no fue consciente que estaba sufriendo acoso por parte de este y otros profesores hasta que le contó a sus compañeros de clase y de trabajo, quienes inmediatamente la alertaron sobre lo que estaba viviendo. "Me dijeron que era una relación de acoso: 'porque tú no lo querías y al contrario tú les dijiste que no te gustaba, te sentías incomoda, que se detuvieran y aún así siguieron con ese comportamiento eso califica como acoso y te hicieron sentir vulnerada'", comenta. 

Sobre ello, agrega que fue hasta escuchar a diferentes voces repetir que se trataba de un acoso por parte de sus profesores hasta que ella lo asimiló como tal: "Me destapó memorias que ya no recordaba y dije: 'Oye, tiene mucho sentido'", cuenta. Es por ello con con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer cuenta su historia y alza la voz por todas aquellas mujeres que aún no se atreven. Además, recuerda la frase que resuena en cada manifestación, marcha y acto de injusticia: "No estás sola". 

"No hay que callarse y no hay que dejarse porque cuando yo estaba ahí y trataba de hablar con mis compañeras o con mis compañeros siempre me decían 'ay, es que eres una exagerada', 'te lo dice de broma'; las mujeres no tanto, pero los hombres sí me decían cosas de ese estilo o tal cual me decían: 'Es porque no le quisiste dar las nalgas, eso es tu culpa'", explica. 

Finalmente, como un mensaje de apoyo a las víctimas de la violencia en el entorno educativo y en otros etapas de la vida, Viany les recuerda: "No te tienes que aguantar. No está bien que esas cosas pasen. Creo que  que valdría mucho la pena armarte del coraje y recordar que eres un ser humano que merece ser respetado, que nadie tiene derecho a pasar sobre ti si tú estás en una situación en la que no te sientes cómoda y no te sientes escuchada, tienes derecho a alzar la voz y a pedir ayuda y tienes derecho a que alguien te ayude. Creo que no hay que descansar hasta que encuentres esa persona o alguna institución que pueda brindarte el apoyo que necesitas". 

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