Con música de mariachi, oraciones, cánticos y rezos fue despedido Omar Reyes López, hidalguense que murió en el desierto de Chihuahua cuando intentaba cruzar la frontera con Estados Unidos.
Los restos, que arribaron este miércoles a su localidad natal, son velados en su barrio El Fresno, en Santa María Amajac, municipio de San Salvador, Hidalgo, "el pueblo que lo vio nacer y la tierra que lo vio regresar", expresó su familia al recibirlo, al tiempo que agradeció las muestras de solidaridad de quienes los apoyaron en su búsqueda, que inició en noviembre del año anterior y tuvo su desenlace la semana anterior, cuando se dio a conocer que Omar había sido identificado.
La mañana de este jueves comenzó el sepelio con la llegada del mariachi y la banda a su casa en El Fresno; posteriormente, vino el rezo del último rosario antes de la salida para iniciar el recorrido a pie hacia la parroquia de El Fresno.
El itinerario contempla una misa de cuerpo presente en la iglesia de la comunidad Santa María Amajac
Omar Reyes López contaba con reporte de ausencia desde el 10 de noviembre del año anterior.
Los días previos de aquel mes había salido de San Salvador en busca de cruzar a Estados Unidos a través del desierto. En ese momento tenía 19 años.
De acuerdo con las indagatorias a cargo de un grupo multidisciplinario a cargo de la Fiscalía General de Justicia de Chihuahua, Reyes López, junto con otros jóvenes mexicanos, partió de Ciudad Juárez el pasado 2 de noviembre rumbo a Estados Unidos. En el camino habrían sido interceptados por autoridades, lo que provocó que huyeran y se dispersaran.
El miércoles 10 de noviembre el joven se comunicó vía Whatsapp con un audio a uno de sus familiares, a quien le decía que estaba cansado.
Asimismo, le proporcionó unas coordenadas que lo ubicaban en territorio mexicano, cerca de Ojinaga.
El pasado 6 de octubre, la familia de Omar dio a conocer que, tras once meses de búsqueda, habían sido localizado sin vida en la zona desértica de Chihuahua.
"Dios nos ha dado la dicha de tenerlo otra vez para despedirlo en su natal San Salvador, Hidalgo, donde salió a perseguir sueños".
"Nunca perdimos la fe ni la esperanza. Hoy lloramos tu ausencia, Omar, pero tenemos esa paz que todos merecemos", añadió su familia, que hoy despide de cuerpo presente al joven migrante.
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