Todos los días, desde hace 26 años, dos empresas que han explotado el servicio del transporte público en la ruta Apizaco-Tlaxcala, han desafiado a autoridades estatales y federales para circular de manera irregular durante 28 kilómetros, con lo que violan leyes, códigos y reglamentos de tránsito.
La falta de concesiones para una de las rutas de mayor demanda en el estado fue aprovechada por dos empresas: una local y una foránea, que han operado sin permiso y sin ninguna consecuencia jurídica por el servicio ilegal y costoso que ofrecen las firmas Autotransportes Tlaxcala, Apizaco, Huamantla (ATAH) S.A. de C.V., y Expresso Xicoténcatl.
El 8 de febrero de 1999, se emitió un decreto para “suspender indefinidamente el otorgamiento de nuevas concesiones y autorizaciones para la prestación del servicio público de transporte de pasajeros, en sus diversas modalidades, establecidas por el artículo 37 de la Ley de Comunicaciones y Transportes del Estado”. Para ese entonces, las empresas de la ruta Apizaco-Tlaxcala ya operaban.
Las representaciones legales de ambas firmas reconocieron que carecen de documentación y permisos para sus cerca de 100 unidades.
A decir de la titular de la Secretaría de Movilidad y Transporte en el Estado (SMyT), Luz María Vázquez Ávila, es imposible suspender la operación, pues los únicos perjudicados serían los miles de usuarios.
En octubre pasado, la SMyT hizo un operativo de verificación. El saldo fue de 10 unidades retenidas. Aunque el delito por la prestación del servicio público de transporte sin permiso se pena de dos a siete años de prisión y multa de 882 a mil 230 UMA (Unidad de Medida y Actualización), se sancionó, por ahora, a los choferes con dos mil 700 pesos por cada unidad.
Si bien los tlaxcaltecas utilizan por necesidad y no por conveniencia el servicio, la gran mayoría lo rechaza por el precio. Mientras en el estado cobran 23 pesos por el traslado de 14 kilómetros de Apizaco a Tlaxcala o viceversa, en otras partes del país, el costo de esa o mayor distancia es 50 por ciento más barato.
A pesar de la tolerancia para que puedan continuar ofreciendo el servicio, los empresarios no se han esforzado para mejorar el servicio, pues en algunas ocasiones los conductores de las unidades exceden los límites de velocidad permitidos, algunas no se encuentran en buenas condiciones mecánicas y otras tantas, saturan de usuarios los vehículos.
Al ser las únicas empresas “autorizadas” para prestar el servicio, éstas han aprovechado la situación para incrementar desproporcionalmente los precios.
Al preguntar su opinión sobre el servicio de transporte de la ruta Tlaxcala-Apizaco, respondieron.
“Pésimo. La realidad es que es un servicio muy caro y algunas unidades no están en muy buenas condiciones. Los choferes llevan prisa siempre y no tienen cuidado con el pasaje”, aseguró Roberto Castillo, quien utiliza el servicio de lunes a viernes para trasladarse a su centro de trabajo ubicado en la capital tlaxcalteca.
“Yo estudié en Puebla y el costo del pasaje es mucho menor de lo que cobran en este tramo. En México también existen alternativas y eso hace que el precio del pasaje sea mucho menor de lo que aquí ofrecen”, expuso Graciela Martínez, quien por necesidad y economía, también utiliza el único medio de transporte que se ofrece en el estado para esa ruta, pues un taxi o servicio privado eleva en unos ocho o hasta 10 pesos el precio por los 14 kilómetros de distancia.
CAR