De no lograrse un acuerdo para reestructurar el Acuerdo de Coordinación Fiscal con la Federación, la opción debe ser el buscar recaudar recursos propios y una vía sería regresar el cobro de la Tenencia porque los recursos que se envían a Jalisco son insuficientes para sacar adelante las necesidades en diversos rubros, aseguró la académica de la Universidad Panamericana (UP) Campus Guadalajara, Nora Ampudia Márquez.
“Híjole, esto va a doler, pero tenemos que regresar la Tenencia. Va a doler, pero necesitamos recursos autónomos, depender menos de la participaciones federales porque como no son del mismo partido político estamos teniendo roses fuertes”, apuntó en su participación durante la presentación del panorama económico para este año en la entidad en donde destacó que Jalisco tiene una fuerte dependencia de los ingresos federales y que el 80 por ciento del presupuesto del Gobierno de Jalisco proviene de la Federación.
“Es cierto que el Gobierno nos ha recortado recursos y nosotros estamos aportando más, sin embargo, este conflicto entre el gobierno federal y el gobierno estatal puede afectarnos negativamente porque sabemos que tenemos un presidente rencoroso”.
Explicó que para este 2022 el panorama económico de Jalisco, pese a que se espera que tenga un crecimiento de al menos uno por ciento más de lo que se desarrollarán el resto de las entidades federativas, deberá afrontar la precarización laboral. Este sector se ha caracterizado por la disminución de salarios, el aumento de puestos de trabajo y a su vez el cierre de las grandes empresas, así como el mayor crecimiento de micro empresas en busca de autoempleo y todavía es muy tardado el abrir empresas en la entidad por los trámites burocráticos.
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“El cierre de pequeñas y medianas empresas, me preocupa; la precarización del empleo, ya lo vimos, es algo que le quita dinamismo al consumo y todavía Jalisco se queda corto en burocracia y tramitología, tiene que implementar esa ventanilla única y no sé por qué se tardan tanto, realmente abrir una empresa en Jalisco es costoso y es caro”, insistió.
Sobre el cambio climático que ha venido afectando el temporal y haciendo más complicado el estiaje, señaló que la economía en el ámbito de la agroindustria también padecerá este año porque no es una economía de riego sino depende de las lluvias y las previsiones apuntan a verano seco con escasez de agua lo que complicará a este sector.
Además, en lo que respecta al empleo, se ha precarizado el empleo haciendo que se reciban menos salarios mínimos y se fomenta el autoempleo a través de micro empresas que cuando mucho tienen de uno a cinco empleados, disminuyendo las empresas medianas y las grandes.
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“Lo que estamos viendo es que caen los empleos mejor pagados, los que tienen un salario mayor a dos salarios mínimos y de ahí para el real todos caen, y crecen los empleos menos pagados. Tal vez el incremento en el salario mínimo también está influyendo en este deterioro del mercado laboral al que los economistas le llamamos precarización laboral, por un lado se benefician los trabajadores porque ganan más, pero por otro lado es más el número de trabajadores que solo gana el mínimo o que cuando mucho ganan dos salarios mínimos”.
En el panorama de expectativas en medio de la cuarta ola de contagios de Covid-19 y las nuevas cepas que ya circulan, también contribuyen en que los consumidores tomen decisiones en su economía, y hasta ahora según indicadores locales, se espera que este año vaya mejor que los anteriores de la pandemia.
“La clase media es mucho más amplia que en otras entidades lo que da una mejor sensación de bienestar y aunque no se ha recuperado la confianza del consumidor previo a la pandemia, estamos a tres puntos de lograrlo”.
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