En 35 años de servicio en la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) como enfermera, la pérdida de dos compañeras durante la pandemia por COVID-19 es de los momentos que más ha marcado la trayectoria de Martha Karina Martínez Espinoza.
La teniente coronel labora en el Hospital Central Militar, donde se construyó “el muro llorón”, una fuente en homenaje a esas dos enfermeras que murieron en el cumplimiento de su deber.
“Mi carrera ha estado marcada a través de los años por muchos eventos, pero creo que algo que nos ha marcado mucho es, atendiendo la pandemia, la pérdida de dos compañeras”, dijo a El Heraldo de México.
A diario, todo el personal del nosocomio debe estar atento al “toque de silencio” que se implementó en memoria de quienes fallecieron por COVID-19.
Martínez Espinoza detiene sus actividades en punto de las 12:00 horas, se pone en posición de firmes y escucha el toque militar con su uniforme blanco, cubrebocas, careta y el brazalete del Plan DN-III-E que actualmente se aplica por la contingencia sanitaria.
La mujer recordó que desde el 23 de marzo de 2020 este hospital fue reconvertido para recibir a pacientes con COVID-19 y es el que más atenciones ha dado a nivel nacional.
Son aproximadamente 500 enfermeros, de los cuales, alrededor de 80 por ciento son mujeres.
“Nosotros somos quienes estamos permanentemente atendiendo sus necesidades (de los pacientes) y debemos de tener esa sensibilidad y esa empatía, tener la palabra correcta, el tacto de estarlo atendiendo en momentos muy críticos”, enfatizó.
CAR