Ernestina Godoy Ramos, titular de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, pidió una disculpa pública a Paola Buenrostro, víctima de transfeminicidio, y a Kenya Cuevas Fuentes, a quienes se violó sus derechos humanos al impedirles tener la aplicación de la perspectiva de género en la investigación en la que estuvieron relacionadas. Con esto se cumple con la recomendación 2/2019 emitida por la entonces Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).
La abogada de la ciudad dijo que la FGJCDMX reconoce haber actuado en agravio de estas mujeres. Dijo además que Paola Buenrostro fue víctima de un crimen de odio en el que además de revictimizarla, fue discriminada por la falta de atención responsable por parte de las autoridades.
Destacó que hubo omisiones importantes en la investigación, lo cual ocasionó que no se vinculara al imputado del transfeminicidio de Kenya Citaly, pese a que se pidió al Ministerio Público encargado del caso revisar la evidencia para que se investigara de manera adecuada.
Añadió que la investigación penal de la entonces Procuraduría General de Justicia no reconoció el nombre de Paola Buenrostro; pese a que desde un inicio, Kenya Cytlaly y las demás testigos refirieron al personal ministerial que la occisa se llamaba así, violentando su derecho a ser reconocida en su orientación e identidad de género como mujer transexual.
Tras hacer un reconocimiento a Cuevas Fuentes como promotora defensora de los derechos humanos de personas transexuales, Godoy Ramos informó que la recomendación dispuso la necesidad de que la FGJCDMX realizara diversas acciones tendientes a garantizar la no repetición y medidas de satisfacción, compensación y rehabilitación, tales como la inscripción de la afectada en el Registro de Víctimas de la Ciudad de México.
La fiscal general afirmó, asimismo, que la institución a su cargo emitió el acuerdo A/018/2019 por el que se creó la Unidad de Análisis y Contexto para la Investigación de Delitos Sexuales, así como otros vinculados a la Violencia de Género para garantizar que no se repitan las violaciones a derechos humanos por las que Paola y Kenya fueron víctimas.
Se han implementado tres mil 498 acciones de formación y capacitación
Agregó que de enero de 2019 a la fecha se han implementado tres mil 498 acciones de formación y capacitación en las que ha participado personal ministerial, pericial y policías de investigación.
Acompañada por Cuevas Fuentes, la fiscal Ernestina Godoy develó una placa para honrar a Paola Buenrostro, de quien dijo es importante reivindicar su memoria porque los crímenes de odio deben ser perseguidos y los culpables castigados.
Con especial énfasis, resaltó el trabajo conjunto respecto a la revisión y rediseño del “Protocolo de Actuación para la Atención a las Personas de la Comunidad LGBTTTIQA+”, del cual existe un proyecto final que actualmente se encuentra en revisión y en el que sobresale la colaboración de Kenya, las organizaciones, EQUIS: Justicia, Letra S, Casa de las Muñecas Tiresias, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, y el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México.
Como funcionarias y funcionarios, dijo, debemos hacer la diferencia protegiendo las garantías y derechos de las personas y colectivos LGBTTTIQA+; asumir nuestra función es entender que de nuestro actuar depende la vida de otras personas, agregó. Mencionó que también debe ser un compromiso de cada persona servidora pública, asumir el respeto y reconocimiento pleno de los derechos a las personas Transgénero, lo que contribuye a la consolidación de una sociedad democrática, plural, igualitaria formal y materialmente.
“Paola Buenrostro, Kenya Cytlaly Cuevas Fuentes, siempre serán amigas, siempre serán activistas, y siempre llevarán en su lucha, su hermosa consigna: ‘Nuestra mayor venganza será ser felices’, finalizó.
Por su parte, Kenya Cytlaly Cuevas Fuentes al recordar a su amiga Paola, resaltó que su muerte se convirtió en el primer transfeminicidio reconocido públicamente y que a pesar de que su muerte, para ella, se ha vuelto una “película en cámara lenta” tras los cinco años transcurridos, y su deceso se volvió una inspiración de lucha, en medio de la rabia, ya que por falta de pruebas, su agresor fue liberado y los testimonios de sus compañeras desestimados.
dhfm