A quién robe coladeras o cualquier elemento del equipamiento y mobiliario urbano de la Ciudad de México, ya sean fijos, móviles, permanentes o temporales se le impondrá una sanción de tres a siete años de prisión y hasta 44 mil 810 pesos.
Así lo propuso el legislador de Morena en el Congreso de la Ciudad de México, Nazario Norberto Sánchez, quien dijo que el robo de infraestructura y mobiliario es un delito que afecta severamente a quienes habitan y transitan en la capital.
“Esta es una conducta que cada vez representa mayores pérdidas monetarias para la Ciudad de México, por ejemplo, el Sistema de Aguas ha invertido desde el año 2019, un total de 53 millones de pesos para sustituir más de 9 mil tapas del alcantarillado”, refirió.
Mencionó que aproximadamente se registran 77 robos al mes, principalmente en alcaldías como Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc, que representan en total el 42 por ciento de los hurtos registrados en las 16 demarcaciones de la Ciudad de México durante los últimos cinco años.
Resaltó a las personas que logran vender las alcantarillas como fierro viejo, y que obtienen una ganancia aproximada de 3 o 4 pesos por kilo, es decir entre 240 o 300 pesos por brocal de 60 kilos.
Sin embargo, de acuerdo con la Secretaría de Obras y Servicios, cada tapa tiene un costo promedio de 17 mil pesos.
El morenista puso énfasis en señalar que la sustracción de coladeras, además de generar un gasto acaudalado, es un riesgo constante a la integridad de las personas que transitan por la ciudad, ya que la falta de este mobiliario público provoca graves accidentes y hasta en muchas ocasiones la pérdida de la vida.
El proyecto de decreto por el que se deroga la fracción Tercera del Apartado A y se recorren las subsecuentes y se adiciona un Apartado E, todas del Artículo 224 del Código Penal para la Ciudad de México, fue turnada para su análisis y dictamen a la Comisión de Administración y Procuración de Justicia.