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Disfrutan desfile militar en CDMX

Luego de que en 2020 se suspendió el tradicional recorrido, familias acudieron a reforma y el Centro

NACIONAL

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Foto: Presidencia Créditos: Presidencia

Al Paseo de la Reforma volvieron los lugares apartados, las sillas, los bancos, las banderas y los vendedores ambulantes. Regresaron los gritos de familias enteras con tapabocas, las miradas de asombro de niñas, niños jóvenes y adultos, la admiración por las Fuerzas Armadas, los adioses de lejos, los aplausos, los cierres de calles y los gritos de “Viva México”.

A las calles capitalinas retornó la alegría del desfile del 16 de septiembre. El mismo que a Liliana Trejo la hizo ir de la colonia Doctores y llevar a su hija Daniela, desde hace 10 años, aunque en 2020 lo vieron en la televisión debido a la pandemia.

“Me encanta, y que bueno (que regresó), porque la verdad es que ya estábamos desesperados. Tenemos que aprender a vivir con el COVID-19, que se va a quedar como se quedó la influenza y la gripe, nada más hay que cuidarnos”, dijo.

Miriam Benavente y Pablo Anaya ocuparon, junto con su familia, todos los asientos de la parada del Metrobús que se encuentra a unos metros de la glorieta donde hasta el año pasado estaba la estatua de Cristóbal Colón.

Desde las 7:00 de la mañana llegaron a apartar el lugar por dos motivos: ver el desfile por primera vez de manera presencial, y por su hijo Yael, quien marcharía como estudiante de tercer año de la Fuerza Aérea Mexicana.

“Pues mucha emoción, mucho orgullo con su papá, sus abuelos, sus hermanos, su tío. Todos muy orgullosos de él”, comentó Miriam.

Con la bandera tricolor en mano, Mireya Santiago García calificó de espectacular y maravilloso el desfile que, dijo, era necesario para levantar el ánimo a todo el país.

“Estamos los mexicanos muy contentos, a pesar de todo lo que estamos viviendo, pero este es un gran estímulo. Nos hace volver a vivir, volver a sentir y volver a recordar que somos mexicanos y muy orgullosos”, expuso.

A la altura de la calle Milán, Gema González, su hermana Mónica y la pequeña Vanessa gritaban y aplaudían al pasar de los contingentes. Uno de ellos fue el del Heroico Colegio Militar, donde desfiló su sobrina Fernanda.

“Sacrifican bastante y los logros aquí están; es un orgullo para mí ver a mi sobrina, y es muy satisfactorio saber que una señorita, en vez de estar en otras cosas, está formándose para un México mejor”, explicó. 

Por Almaquio García

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