Una Clave Única de Registro de Población (CURP) provisional con datos biométricos para migrantes permite garantizar el respeto a la identidad y los derechos humanos de esta población, pero plantea retos al gobierno federal, por el tratamiento de datos considerados sensibles, indicó Javier Martínez, comisionado del Infoem.
El gobierno de Baja California entregó a una madre y su hija, ambas de El Salvador, las primeras CURP provisionales, con información de iris, huellas dactilares y foto, y con la firma de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
Para Martínez, especialista en protección de datos personales y quien termina su periodo en el instituto de acceso a la información del Edomex, la medida es correcta y le sirve a los migrantes para identificarse, garantizar sus derechos humanos y defenderse, porque en su trayecto a Estados Unidos están a merced de grupos delictivos y de abusos de autoridades.
Los retos ahora, dijo, son fundamentales, porque “hablar de datos personales biométricos es hablar de una categoría que se considera sensible. Tenemos responsabilidades y deberes, como crear sistemas de seguridad, hablar de un tratamiento que permita hacer transferencias, compartir información”.
“Creo que es bueno, siempre y cuando se haga con las respectivas medidas de seguridad. Eso es gobernanza de datos”, que es el uso seguro de información, un tema que impulsó desde el Infoem.
Afirmó que la medida puede incluso extenderse al resto de la población, sin que se considere una invasión a la privacidad, porque la normatividad habla de excepciones, como la seguridad nacional, a diferencia de datos a un particular con fines de mercado, como en el caso del registro telefónico.
“Si así lo decide la política pública, el gobierno de Baja California podría ser un ejemplo de cómo se puede hacer en otros estados”.
Por Antonio Bautista
PAL