La conquista sigue siendo un tema en la conciencia histórica de los mexicanos y culturalmente no se ha acabado de asimilar el tema de la invasión española o de la conquista, refiere el autor del libro Dos mundos, Andrés Orozco Vidal que en el marco de los 500 años de la conquista llama a valorar más a los pueblos originarios que prevalecen en el país.
"El tema de la Conquista la tenemos que seguir estudiando, narrando y recreando porque es a partir de ahí que nos tenemos que reconciliar con nuestro pasado y adoptar e identificar totalmente una identidad que valoremos de manera conjunta y que nos sirva sobre todo el presente en donde el tema de la historia la cultura y la educación son fundamentales para salir de estas épocas difíciles que estamos viviendo actualmente en México".
Y es que culturalmente se adoptó más la herencia que los españoles trajeron al territorio, se habla español y se valora mucho más costumbres europeas que las propias que tienen los pueblos prehispánicos y originarios que aún siguen vivos.
Revisar la historia e identificar los personajes, permitirá ampliar y entender la relevancia de sus acciones porque es lo que nos conformó como nación, refiere Orozco Vidal.
"A final de cuentas eso es lo que nos conformó como nación y creo que esta historia y los grandes acontecimientos que vivimos como nación en cada una de sus etapas debe ser una mezcla, un factor que cohesione a todos los mexicanos y efectivamente, más allá de las clases sociales en las que pudiéramos estar divididos, el factor histórico de la riqueza de las culturas prehispánicas, debería ser entre muchos otros, un factor de cohesión en nuestro país que tanto necesitamos".
A través de tres historias el autor narra la historia de Malitntzin y Gonzalo, que se entrelazan en la desconocida odisea de Gonzalo Guerrero, el español que en 1511 naufragó hasta las costas de Yucatán, se integró a la cultura maya para convertirse en padre del mestizaje y luchar en contra de sus compatriotas. La segunda reivindica la extraordinaria vida de Malintzin, del papel de la malinche traidora a la mujer valiente que supo afrontar, desde su niñez, los acontecimientos más insólitos del mundo indígena. Ya la tercera es la siempre sorprendente expedición de Cortés, que lideró una rebelión de nativos para suplantar el dominio de los mexicas, por el de los españoles.
"La caída de la Ciudad de México Tenochtitlán fue un hito, un acontecimiento extraordinario que tenemos que tomar conciencia de la responsabilidad que tenemos todos los mexicanos por rescatar nuestras culturas autóctonas", concluyó.
SSB