COVID-19

Regreso escolar; llaman a detectar trastornos

Menores desarrollan en pandemia temores al contagio, toc y otros padecimientos que pueden visibilizarse al volver a las aulas y atenderse

NACIONAL

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SUFREN NIÑOS. Desarrollan miedo a salir a la calle o al contacto. Foto: EspecialCréditos: Foto: Especial

La nosofobia –el miedo persistente a enfermarse y morir (en este momento, de la COVID-19)–, la hipocondría y el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) se han detectado en niños y adolescentes de manera preocupante. Algunos de ellos han desarrollado síntomas al enfermarse del coronavirus o luego de que un familiar cercano se contagió o murió.

Los síntomas en los menores se pueden detectar en casa y ahora, al regresar a clases presenciales, es vital el diagnóstico para dar un tratamiento oportuno.

“El incremento va hasta un 7 por ciento, en global. Se da desde niños y adolescentes, además de adultos. Aunque pareciera que es un grupo relajado y transitando en lugares de diversión, mientras van teniendo contacto con un familiar que padeció o que partió debido a la enfermedad, se impregna de la información, (pero) tiene menos mecanismos de defensa, pensamiento menos estructurado y algunos ya con un tratamiento farmacológico”, explicó Rafael Aguilar Torres, psiquiatra del Instituto Jalisciense de Salud Mental.

Algunos pacientes que antes de la pandemia ya vivían con un trastorno de ansiedad, ahora llegan al consultorio con dermatitis por contacto grave (piel escoriada) debido al exceso de uso de jabón, geles y otras sustancias corrosivas.

Con apenas 15 años de edad, Claudia tiene las manos tan agrietadas que están a punto de sangrar. A diario, sin importar el dolor, las lava y lava restregando con fuerza el jabón, para que no quede viva ninguna oportunidad para que el coronavirus invada su organismo.

Aguilar detalló que el TOC que más se manifiesta es sobre higiene, equivalente a 85 por ciento. 

Explicó que el regreso a clases es una dinámica grupal que no es fácil de controlar. Es la oportunidad de que el personal docente observe comportamientos inquietantes y recurrentes de salir a lavarse las manos, aislamiento, no participación, apuntó. 

“Al detectarse, hay que orientar a los padres para que recurran a atención, no siempre es farmacológica, muchas veces es suficiente son psicoterapia”, añadió.

El TOC suele generar violencia intrafamiliar debido a la rigidez de estrictos e irrazonables protocolos para mantener a todos “protegidos”.

Mónica Urdapilleta, especialista en trastornos conductuales de adolescentes, sostuvo que “muchas veces la ansiedad de los hijos es el reflejo de la ansiedad de los padres. Los padres son la fuente de seguridad de los hijos. Y cuando no se sienten seguros, muchas veces el síntoma es la ‘seguridad’ que buscan, aunque se vuelven prisioneros de las mismas conductas”.

PAL